Ruta de navegación

Publicador de contenidos

Atrás “Trabajaremos y transmitiremos la memoria de las víctimas del franquismo; con ello nos jugamos la dignidad del Pueblo vasco”

“Trabajaremos y transmitiremos la memoria de las víctimas del franquismo; con ello nos jugamos la dignidad del Pueblo vasco”

El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, ha ofrecido hoy la Medalla de Oro de Gipuzkoa a las víctimas de la dictadura y a sus familiares

“Quienes padecieron los zarpazos del franquismo jamás perdieron su dignidad pero, ahora, nosotros y nosotras sí podemos perder la nuestra, si es que no cuidamos de su memoria. Por eso, en nombre de la Diputación Foral de Gipuzkoa me comprometo a mantener viva y transmitir esta memoria a las generaciones venideras”. Con estas razones como base, el diputado general de Gipuzkoa ha ofrecido hoy la Medalla de Oro de Gipuzkoa a las víctimas del franquismo: a las personas asesinadas durante el golpe de estado de 1936, en la posterior guerra y en la dictadura; a las que fueron encarceladas o sufrieron el exilio; a las que padecieron la represión socioeconómica; y a las que vieron vulnerados sus derechos sociales, económicos, políticos y culturales.

            El acto de entrega del reconocimiento ha tenido lugar hoy por la tarde en el Palacio foral, en un evento especial y emotivo. Los dantzaris han inaugurado la jornada, bailado la ezpata-dantza frente a la Diputación y haciendo un arco de espadas “por las víctimas que no han podido estar aquí”. El presidente de Aranzadi, Pako Etxeberria, ha leído luego el laudatio, donde ha subrayado la importancia de trabajar la memoria: “La memoria construye democracia y exige a la democracia. No es enemiga sino aliada de la paz, y fundamento de la democracia”. Posteriormente, se ha proyectado un espectáculo audiovisual. Más de 250 víctimas han asistido al acto, entre las que se encontraban 17 supervivientes de la dictadura.

La intervención del diputado general y la ofrenda de la Medalla de Oro de Gipuzkoa han sido los hitos centrales del acto. En su discurso, Olano ha recordado que la historia la escriben los vencedores, y que el caso del franquismo no ha sido ninguna excepción. “Pero la historia es de todos y todas, y necesitamos tener la fotografía completa: la de los perdedores, la de las mujeres, la de los perseguidos, exiliados, acallados… Es la historia de todo un Pueblo, y todos tienen que tener su espacio en ella”, ha explicado. En este sentido, ha destacado que para las administraciones públicos es un deber, primero, conocer y dar a conocer esta memoria para después “transmitirla, y hacerlo además de forma honesta y sincera”.

            Olano ha insistido en que la verdad, la justicia y la reparación son los derechos que se les deben a todas las víctimas: “la Diputación Foral de Gipuzkoa ha asumido el compromiso de que estos derechos se cumplan, y este es el motivo principal de que las víctimas del franquismo reciban la Medalla de Oro”. El objetivo de este ejercicio de memoria, según ha ahondado, es que las nuevas generaciones conozcan lo que nuestros abuelos y abuelas vivieron, tanto en la época de la guerra y la dictadura, “como en lo relativo al impacto que tuvo en el modo de vida, la cultura y la lengua de este Pueblo”. “La meta de esta transmisión es que lo sucedido en el pasado no vuelva a repetirse en el futuro”, ha añadido.

            El diputado general ha puesto el foco sobre lo amplio del colectivo de víctimas del franquismo, aunque ha hecho extensible la Medalla de Oro de Gipuzkoa de este año a todos los ámbitos: a quienes perdieron la vida, fueron ejecutados sin juicio o fusilados tras un proceso sumarísimo (el franquismo ejecutó a más de 1.000 guipuzcoanos y guipuzcoanas, y fusiló a otros 400); a quienes sufrieron la cárcel, el exilio, la tortura o el confinamiento; a quienes padecieron la represión socioeconómica (solo en la Diputación, el proceso de depuración franquista afectó a 1.051 funcionarios); y a todos aquellos que vieron vulnerados sus derechos sociales, civiles, políticos y culturales (mujeres, minorías, miembros de partidos políticos ilegalizados, euskara…).

            “La lista es larga, y nos es imposible citar todos los nombres: se cuentan por millares”, ha subrayado Olano. Según ha recordado, la Diputación Foral ha llevado a cabo diversos actos de reconocimiento desde que arrancó la legislatura: las mujeres expulsadas de sus pueblos, los gudaris enterrados Gernika, el personal foral represaliado, el comandante Saseta, los alcaldes y concejales asesinados… “En todos estos actos, hemos tenido la oportunidad de poner cara a algunas de las personas que se encuentran detrás de los fríos números, la oportunidad de compartir un rato con sus familiares y conocer parte de su historia”, ha explicado. Así, Olano ha situado a las personas que fueron víctimas del franquismo como elemento central: “Nosotros y nosotras somos los descendientes de aquellas personas, somos sus hijos e hijas, sobrinas, nietos… Nos corresponde contribuir a completar su memoria, así como el transmitirla”.

  

1788