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Atrás "Si hay algún delito en la gestión de residuos de Bildu, lo elevaremos a la justicia. Hablamos de dinero público"

"Si hay algún delito en la gestión de residuos de Bildu, lo elevaremos a la justicia. Hablamos de dinero público"

"No puede ser que la irresponsabilidad en la gestión salga gratis"

11/06/2016

SAN SEBASTIÁN. Durante el año que está a punto de cumplir al frente del departamento de Medio Ambiente de la Diputación, ha mostrado tanto empeño en ensalzar la solución al problema de los residuos como en denunciar la gestión de sus predecesores en el cargo. El socialista José Ignacio Asensio (Tolosa, 1966) recibió el viernes la auditoría a GHK. No le han sorprendido los incumplimientos reflejados.
¿A qué se debe la solicitud de la Due diligence cuyo contenido conoció el viernes?
– Cuando entramos en la Diputación, rechazamos las cuentas de GHK en la primera asamblea del Consorcio. Cuando accedimos a la sociedad, en septiembre, vimos las cuentas y nos percatamos de que en 2011 estaban en positivo y de que en 2015 reflejaban unas pérdidas de 40 millones a pesar de no haber ninguna infraestructura construida. Nos preguntamos qué había pasado con el patrimonio de los guipuzcoanos y encargamos una Due Diligence para ver qué decisiones se habían tomado para llegar a ese punto.
– Ya conoce esas decisiones... ¿Y ahora?
– Nos hemos encontrado un sinfín de irregularidades. Queremos nombrar un instructor que individualice las responsabilidades correspondientes a cada decisión y ver qué acciones caben. No se pueden ir de rositas. Hablamos de dinero público.
– Tendrá que ser la asamblea la que decida incoar un expediente o no pero, ¿el consejo se posicionará a favor de hacerlo?
– Sí, el accionista único de GHK es el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa, que representa a todos los guipuzcoanos entre la Diputación y las ocho mancomunidades. Y sí, lo que el consejo va a pedir es que se abra un expediente de forma que se analicen todas las responsabilidades y ver qué órganos y qué individuos han sido los responsables de esta situación.
– ¿Y el consejo también es partidario de que este expediente acabe con una denuncia en la justicia ordinaria?
– Hay que seguir todos los pasos. Evidentemente, cuando se determine el ámbito y la naturaleza de cada incumplimiento, y si incurre en algún tipo de delito, lo elevaremos a la justicia, como no puede ser de otra manera.
– ¿Y qué ventaja obtiene Gipuzkoa de todo este proceso? ¿Lo hacen por recuperar dinero o por depurar responsabilidades?

– Más que ventaja, es la exigencia de la obligación de hacer un buen uso del dinero público y de cumplir la legislación. Aquí por decisiones políticas se han saltado normas forales. Lo que no puede ser es que la irresponsabilidad en la gestión salga gratis. Y en este caso ha habido consecuencias importantes para los guipuzcoanos.
– ¿Cuáles?
– Una: La acumulación de pérdidas de una sociedad pública como GHK, llevada casi a la bancarrota. Dos: la falta de infraestructuras que teníamos que tener en funcionamiento. Tres: Como consecuencia de lo anterior, una subida de la tarifa porque tenemos que buscar soluciones allí donde las haya. Además hemos perdido la financiación que estaba prevista en su momento y no podemos hacer una gestión directa. Tenemos que cubrir las pérdidas y hacer las infraestructuras.
– Entre todos. A escote.
– Hay dos vías. Incremento de tarifas en GHK o aportación de la Diputación. Al final, es igual. En el primer caso, por tasas. En el segundo, por impuestos. Pero siempre paga el ciudadano.
– Cuando hemos publicado que el proyecto de Zubieta costará 31 millones al año, durante 35 ejercicios, algunos han puesto el grito en el cielo y usted lo ha comparado a la situación actual.
– Es que ahora, lo que cuesta el tratamiento en alta de los residuos a GHK asciende a 30 millones. ¿Cómo se afronta? Con una tarifa de 157 euros por tonelada a las mancomunidades más la aportación de 7 millones de la Diputación. Básicamente sale de lo que nos cuesta el canon de vertedero y el transporte. Hoy enviamos la errefusa a Cantabria y el biorresiduo a Navarra e Iparralde.
– O sea que salimos a la par de pagar vertederos y transporte o costear las nuevas infraestructuras...
– Dependerá del precio al que adjudiquemos esas infraestructuras. Es muy probable que el coste del servicio sea menor. Es decir, que la suma entre lo que tengan que poner las mancomunidades más lo que aporte la Diputación sea menor. Además, mientras que ahora la situación es de incertidumbre, porque cuando acabe el acuerdo de Cantabria habrá que volver a negociar, a partir de 2019 tendremos 35 años de certidumbre y con infraestructuras en el territorio.
– ¿No habrá, por tanto, más subidas de tasas?
– Las mancomunidades van a seguir pagando una tasa a GHK, como hasta ahora. Lo que pasa es que la sociedad foral utilizará ese dinero para pagar al concesionario en lugar de pagar a Cantabria y el resto de sitios donde se lleva la basura. Una cosa sustituye a la otra. No tiene por qué haber subidas.
– Antes de tomar la decisión de sacar a concurso la construcción y explotación de la incineradora, la Diputación ya comprometió 84 millones para financiar las obras durante los próximos años. ¿Que pasa con ese dinero?
– Según el actual Pigrug (Plan Integral de Gestión de Residuos de Gipuzkoa), ese dinero era para construir las infraestructuras. Hay que darle una pensada. Vamos a remitir el nuevo Pigrug a las Juntas Generales. Y mientras tanto, habrá que decidir qué papel va a jugar la Diputación y si ese dinero se puede transformar en aportación al sistema. Ese esquema lo decidiremos en el nuevo Pigrug.
– ¿Cómo va el proceso de licitación de la incineradora?
– Estamos en fase de contestar alegaciones al plan de viabilidad.
– ¿De quién?
– De todo tipo, pero sobre todo de ayuntamientos y mancomunidades. Bildu está echando el resto en este tema.
– ¿Se retrasa el plazo de inicio de las obras en diciembre?
– No. El plan de viabilidad es muy parecido a los pliegos de licitación. Una vez contestadas las alegaciones, esta misma semana, redactar los pliegos se hace muy rápido.
– ¿Han recibido ya ofertas extraoficiales?
– La asistencia técnica, contratada a Deloitte, que ha hecho el plan de viabilidad, ha testado el mercado –a entidades financieras y grupos de interés de corporaciones y constructoras– para ver si lo que planteamos es viable o no. Todos los test indican que vamos a tener una muy buena asistencia de ofertas y que el interés es máximo.
– ¿Una baja en la adjudicación puede acarrear una merma en la calidad de la instalación?
– Junto con el plan de viabilidad, hemos hecho un anteproyecto técnico muy sólido y exhaustivo, y eso garantiza que las ofertas técnicas sean solventes. Se deja cierta libertad a la concesionaria para que los grandes tecnólogos aporten su tecnología, pero se definen los parámetros de calidad. Además, las empresas que van a concursar son de máximo nivel tecnológico.
– ¿Ha tenido algo que ver su reciente viaje a Alemania con la futura concesión?
– Es verdad que hemos estado en Munich en la feria más importante de tecnología de tratamiento de residuos. Hemos conocido cuáles son las últimas tendencias y lo más novedoso que se está construyendo en Europa. Cuando nos presentamos como Diputación de Gipuzkoa, es verdad que el interés ha sido máximo. Nos han atendido grandes compañías, de más de 60.000 trabajadores, y ya nos han manifestado su intención de participar en el concurso. Se están uniendo tecnólogos, ingenierías y explotadores.
– Ahora que vamos a recurrir a la valorización energética, ¿se va a relajar el reciclaje? Es una preocupación que está en la calle y que incluso ha manifestado el PP.
– Es justo lo contrario. El último año tanto la tasa de recogida selectiva como la tasa de reciclaje han subido en Gipuzkoa dos puntos. Cuando al ciudadano le das sistemas amables, consigues mejores resultados. Es verdad que la recogida es competencia municipal, pero estamos para ayudar con una línea de subvenciones a la compra de material y con campañas de prevención, reutilización y reciclaje.
– Me refería a que hay quien puede pensar que no hace falta reciclar si ya hay incineradora.
– Insisto en que es lo contrario. Antes de ir a la planta de valorización energética, el residuo va a pasar por la TMB –planta de tratamiento mecánico-biológico–, y ahí se van a recuperar materiales. Lo que va ir a la incineradora va a ser exclusivamente lo que no se puede recuperar. Nada de neumáticos, ni goma, ni otras tantas cosas que producen reacciones químicas. Nada que no entra sale. Para eso hay un tratamiento previo. Todo responde a una política de vertederos cero.
– ¿Cómo van las gestiones para buscar un vertedero temporal en Gipuzkoa?
– No hay novedades. Seguimos apelando a la responsabilidad compartida del Consorcio de Residuos de Gipuzkoa. Yo no puedo imponer nada. La Diputación no tiene la competencia. Está para ayudar. Como lo quiso hacer asumiendo las obras de adaptación de Lapatx. La mancomunidad no quiso. Estamos en las mismas con el resto de ubicaciones.

 

 

 

 

"El uso del miedo de algunos me parece miserable e insidioso"

El dirigente socialista considera que "no hay nada más sostenible desde el punto de vista sanitario que la valorización energética"

:: G. L.

SAN SEBASTIÁN. El nivel de contestación al proyecto de Zubieta se ha intensificado desde la organización de la cadena humana entre Onkologikoa y la Diputación hace quince días con concentraciones en las calles y un acto de sabotaje a una excavadora. La apelación a un riesgo para la salud de las personas está detrás de cada protesta.
– Hay gente preocupada...
– El uso del miedo de algunos lo califico como de miserable e insidioso. Se está apelando sin ningún tipo de vergüenza a este argumento.
– ¿Es falso?
– En estos temas siempre hay que tener un análisis comparativo. Algo es mejor o peor a otra cosa. En el tratamiento final y cierre de ciclo de la gestión de residuos no hay nada más sostenible desde el punto de vista ecológico que la valorización energética.
– ¿Y para la salud?
– Desde el punto de vista sanitario, tampoco. Porque la alternativa es el vertedero. Y el vertedero es lixiviados y metano. Los vertederos no se controlan de la misma manera que una planta de valorización energética, que tiene unos sistemas de control exhaustivos. Como hay que tener en cuenta las dos alternativas, es infinitamente mejor desde el punto de vista del control y de la seguridad de la salud pública una planta de valorización energética. No encontraremos a nadie que diga lo contrario.
– ¿Acaso no se preocupan por su salud en Europa?
– Cuando en Europa hablas con los alemanes, daneses o finlandeses y les dices el tipo de debate que tenemos en Gipuzkoa, se muestran extrañados. Nos dicen que llevamos décadas de retraso. Allí no hay ni grupos ecologistas verdes ni médicos que pongan en duda los proyectos de valorización energética.
– Pero aquí sí hay médicos que alertan de los riesgos para la salud que tiene la incineración...
– Pero hay que ver qué especialidad tienen esos médicos y cuál es su militancia política. No son expertos en la materia. Nosotros nos fiamos de los estudios epidemiológicos hechos por la UPV y por Osakidetza. Y acudimos a los profesionales de Biodonostia para que hagan un seguimiento porque son los que realmente saben de esto. No porque tengamos dudas, sino porque es responsabilidad pública hacer este tipo de estudios.
– Hay quien dice que la incineración es pasado y que en Europa habrá muchas plantas, pero de hace mucho tiempo.
– Pues el año pasado se construyeron 26 incineradoras en Europa. ¿Dónde? En Alemania, Gran Bretaña, Finlandia y Dinamarca. No creo que sea el tercer mundo. En Japón hay 1.200 incineradoras y es el país con mayor esperanza de vida. Aquí no vamos a inventar nada nuevo.
– ¿A quién vamos a copiar?
– Queremos un modelo como el de Alemania, con un 65% de reciclaje y un 35% de valorización energética. Es factible aquí. La planta TMB que se va a poner en marcha va a ayudar a subir la tasa de reciclaje.

  

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