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La Exposición “Turismos” mostrará la transformación social y urbana producida por la masificación del turismo

En Koldo Mitxelena Kulturunea

  • Denis Itxaso defiende que la política turística tiene que buscar lograr un modelo inteligente, ecológico e inclusivo

El Diputado de Cultura y Turismo, Denis Itxaso ha presentado en el Koldo Mitxelena la exposición “Turismos” organizada por el Departamento sobre la transformación social y urbana producida por la masificación del turismo y que simboliza la apuesta de la Diputación por un turismo sostenible y equilibrado.

En la exposición, cuyo comisario es Ramón Esparza, se mostrarán obras de Juan Aizpitarte, Sergio Belinchón, Gianni Berengo-Gardin, Philip Brink & Marieke van der Velde, Eduardo Chibás, Derwald, Ilja Kok & Willem Timmers, Rogelio López Cuenca, Antoni Muntadas, Andrés Nagel, Andreas Pichler, Ambroise Tézenas, Corinne Vionnet, Massimo Vitali y Dougie Wallace.

La muestra se inaugurará el 6 de julio y permanecerá abierta hasta el 30 de septiembre. En la rueda de prensa han participado el comisario de la exposición, Ramón Esparza y los creadores Juan Aizpitarte,  Rogelio López Cuenca, Andrés Nagel y Dougie Wallace.

Denis Itxaso ha defendido que la política de turismo no puede limitarse a la promoción turística sino que tiene que preocuparse por lograr un modelo de turismo sostenible, es decir un turismo que sea inteligente, ecológico e inclusivo.

Conscientes de los problemas ocasionados en otros lugares, desde la Diputación Foral de Gipuzkoa se están poniendo en marcha medidas que tratan de evitar la saturación del turismo (repartiéndolo por todo el territorio), la precariedad laboral de la actividad turística (a través de la profesionalización y la desestacionalización) y el respeto al medioambiente (promoviendo experiencias turísticas ligadas con la naturaleza y los agroturismos). Asimismo, se pretende que el turismo sea algo más que una transacción mercantil y se convierta en una experiencia cultural de intercambio enriquecedora para el visitante y el local.

La exposición que se inaugura en un día emblemático para el turismo en esta zona como es la víspera de San Fermín se enmarca en esta estrategia. “Pretende iniciar desde el arte y la cultura una reflexión a este respecto, advirtiendo de los costes y amenazas que conlleva un turismo de masas y orientado exclusivamente al corto plazo y apelando a un turismo responsable y a su dimensión cultural y humana”, ha afirmado Itxaso.

“Esta es una llamada a la reflexión desde un punto de vista artístico. Los artistas han aportado su propia visión de lo que es el fenómeno del turismo y su deriva en forma de masificación. Es una reflexión también de los límites del turismo, ya que más allá de su valor económico el turismo tiene que ver con el conocimiento y reconocimiento de los destinos con sus recursos culturales y de todo tipo y es una ocasión para pensar en esos límites y pensar qué queremos ser y que queremos no ser”, ha dicho.

Porque para Itxaso la cultura debe ejercer un papel de provocación y debe provocar el debate y la reflexión. “Creemos en la cultura como un elemento de transformación social y por eso una exposición de estas características creemos que puede contribuir a un debate que está en la calle y que es muy rico e interesante”

El comisario Ramón Esparza (Pamplona, 1954) es licenciado en Periodismo (Universidad de Navarra, 1976). Doctor en Ciencias de la Comunicación (Universidad del País Vasco, 1989), es profesor titular de Comunicación Audiovisual. Es crítico en la sección de artes plásticas en el suplemento El Cultural. Es además comisario artístico con más de treinta exposiciones en su haber.

Autores que han participado en la exposición:

Andreas Pichler

Andreas Pichler (Bolzano, 1967) se dedicó a la dirección de cine documental tras haber cursado estudios en Bolzano, Bolonia y Berlín. Sus trabajos son normalmente coproducidos por los principales canales de televisión europeos, como ZDF, ARTE, RAI, ORF, YLE o IKON.

En 2012 realizó Das Venedig Prinzip, (El síndrome de Venecia), en la que mostraba la realidad de la ciudad italiana más allá del aura romántica que le han dado la literatura y el cine de Visconti. La decadencia de una ciudad que sobrevive desde hace siglos en el lugar equivocado, siempre al borde de la desaparición por obra de los elementos naturales (la famosa aqua alta que inunda sus calles y plazas con las mareas equinocciales), pero que está, de forma más inmediata, a punto de desaparecer por la presión del turismo. Pichler muestra en su film como la ciudad que aparece abarrotada durante el día por multitudes de turistas se queda vacía al caer el sol. La misma que contempla los grandes cruceros, con una altura similar a la de un edificio de diez pisos, mientras surcan las aguas del Gran Canal camino de su punto de atraque, con el único fin de facilitar a sus ocupantes de una vista  de la ciudad empequeñecida ante el monstruo de acero y casi diría que apartándose, con el miedo de que un día cualquiera un error de cálculo dé al traste con alguno de sus palacios. En la película aparecen los verdaderos venecianos, los pocos que permanecen en sus casas, dando forma a una visión contrapuesta de la ciudad.

Antoni Muntadas

Antoni Muntadas, (Barcelona, 1942) estudió en la Escuela de Ingenieros de su ciudad natal para trasladarse luego a Estados Unidos, donde reside desde 1971. Su obra se nutre, principalmente, de los medios de comunicación y el mundo de la publicidad, lo cual lo convierte en un artista difícilmente clasificable. Su labor consiste en tomar los mensajes de los medios y manipularlos para hacer perceptibles sus mecanismos de persuasión y el modo en que los poderes políticos y económicos los utilizan para sus intereses.

Paralelamente a su labor creativa, Muntadas ha desarrollado una amplia labor docente, impartiendo cursos y seminarios en la Universidad de San Diego, las Escuelas de Bellas Artes de Burdeos y Grenoble y la Nacional de París.

Para su serie On Translation tomó fotografías de personas realizando una de las “no actividades” más comunes del ser humano socializado: las colas. En las fotos aparecen individuos esperando, uno detrás de otro, sin que se sepa exactamente cuál es la razón de esa espera.

Gianni Berengo Gardin

Gianni Berengo Gardin (Santa Margherita Ligure, Italia, 1930) es una figura de referencia en la fotografía italiana. Su labor se ha desarrollado principalmente en el campo del fotoperiodismo y la fotografía documental, terreno en el que se inició tras trasladarse a vivir a Suiza después de la II Guerra Mundial.

En los años cincuenta volvió a cambiar su lugar de residencia, esta vez a París, donde pudo entrar en contacto con algunas de las figuras del realismo poético francés, como Robert Doisneau, Willy Ronis o Daniel Masclet.

A su vuelta de París se estableció en Venecia y comenzó a colaborar con periódicos y revistas italianas como L’Espresso, Época y de otros países europeos, entre ellas la alemana Stern y el francés Le Figaro

Grandi Navi es un proyecto desarrollado en los últimos años para denunciar un fenómeno controvertido en su ciudad de residencia: la autorización concedida por la autoridad portuaria a los grandes cruceros de vacaciones para que, en su camino hacia el atraque en el puerto de Venecia, atraviesen el Gran Canal. La desproporción de la altura de los cruceros de más de diez pisos de alto y los palacios que bordean la principal arteria fluvial veneciana, más el riesgo de que cualquier maniobra equivocada pueda causar un día un daño irreparable, es el motivo de la polémica. La exposición de las fotografías el año pasado disgustó enormemente al alcalde de la ciudad, el derechista Luigi Brugnaro, que mandó clausurar la muestra.

Corinne Vionnet

Corinne Vionnet es una artista suiza que ha dedicado su trabajo al estudio de los modos de consumo de imágenes y la forma en que la tecnología transforma nuestra percepción del mundo. Desde 2005 viene realizando búsquedas en internet de las imágenes de determinados lugares turísticos que viajeros y aficionados a la fotografía suben a diferentes sitios de la red.  La superposición que posteriormente hace de esas imágenes dejan ver claramente que el uso que hacemos de la fotografía no consiste en registrar con una cámara lo que “vemos”, sino en confirmar mediante la producción de una nueva imagen, la existencia previa de un símbolo que nos limitamos a repetir.  La serie construida a partir de estas superposiciones, titulada Photo opportunities (al estilo de las imágenes que suelen publicar los medios, cuidadosamente preparadas por los gabinetes de prensa de los gobiernos y corporaciones) destruye la idea de espontaneidad, y demuestra que, más que registrar lo que vemos, buscamos, cámara en mano, reproducir lo que hemos visto.

Recientemente, el trabajo de Vionnet ha evolucionado con una nueva serie, Me, Here, Now, en el que la autora, partiendo de las teorías de Abraham Moles y su filosofía de la centralidad, investiga la concepción que el individuo tiene de si mismo como centro del mundo. El yo, aquí, ahora se ve materializado en el uso del móvil como cámara y su registro de un mundo que se extiende en todas direcciones a partir de nosotros.

Ambroise Tézenas

Ambroise Tézenas (París, 1972) se graduó en la escuela de artes aplicadas de Vevey, Suiza, en 1994, tras lo que inició su trabajo como fotógrafo profesional, colaborando con medios de comunicación franceses e internacionales. Desde 2001 ha orientado su labor profesional principalmente al paisaje, iniciando un proyecto de cinco años sobre los cambios operados en la ciudad de Beijing cara a los juegos olímpicos. La publicación resultante de este proyecto, Beijing, Theatre of People fue publicado en siete idiomas y recibió el premio European Publisher’s. En 2009 ganó el Nikon Story Teller por sus fotografías de Cuba.

En su último libro, I was here documenta el impulso escópico del ser humano que le lleva a superar su aversión al horror con tal de satisfacer sus ansias de mirar. Para producir las imágenes del libro, Tézenas ha viajado por los museos del horror que se levantan en distintos lugares del mundo como testimonios para que nadie olvide la barbarie humana, ni la magnitud de las fuerzas de la naturaleza que, en un momento dado, se cernieron sobre los habitantes de regiones en todo el mundo. Desde los campos de concentración de Auschwitz a los terremotos en extremo oriente, Tézenas ha visitado museos más o menos improvisados, ruinas, ciudades totalmente abandonadas, como Chernobil, en un intento de representar lo irrepresentable: la desgracia y el dolor humanos ante la catástrofe.

Juan Aizpitarte

Juan Aizpitarte (Donostia, 1974) convierte la ciudad de Barcelona en un territorio de caza para su proyecto fotográfico Safari, realizado en colaboración con el Centro Santa Mónica de Barcelona.

Las fotografías que conforman la serie están tomadas adoptando la actitud predadora clásica de los fotógrafos de los años sesenta y setenta, a la espera del momento decisivo que diera sentido a una situación concreta. Con esta suma de instantes, Aizpitarte construye una visión del “homo turisticus” que invade la ciudad condal y que nos lleva a la reflexión antropológica sobre cómo nos transformamos para asumir el rol de turista, tanto en la ropa, como en nuestros gestos o en el modo en que utilizamos el espacio urbano.

Dougie Wallace

Al estilo de los viejos fotógrafos callejeros, Dougie Wallace  actúa de manera rápida y directa, disparando su cámara  sin que a sus sujetos les de tiempo apenas a reaccionar. Nacido y criado en Glasgow, vivió durante un par de años en Blackpool antes de enrolarse en el Ejército. En la actualidad reside en el barrio de Shoredicht, al este de Londres, centro de una creciente comunidad artística alternativa que va abriéndose, poco a poco, camino en la escena cultural londinense.

Wallace es conocido por sus proyectos documentales realizados a largo plazo, como Stags, Hens and Bunnies, o Shoreditch Wild Life. Deambula por las calles asaltando a sus personajes, tomando fotos en primer plano que captan normalmente sus reacciones ante el asalto de la cámara. Unas simples palabras, una sonrisa, suelen bastar para pacificar la escena antes de pasar de nuevo a ojear a su próxima “víctima”.

Harrodsburg es el resultado de varios años merodeando por los alrededores de los famosos grandes almacenes londinenses, uno de los destinos de los llamados “Happy few” cuando visitan la ciudad. Los “Happy few” son los propietarios de inmensas fortunas que pueden permitirse el lujo de construir un mundo alrededor de ellos sin mantener contacto con “nosotros”, los pobres mortales que vivimos de un salario. Originarios de los países árabes, Extremo Oriente o las nuevas repúblicas rusas, entre otros lugares, exhiben sin reparo su riqueza en las calles de Knightsbridge.

Philip Brink y Marieke van der Velde

En las playas de algunos países de Europa se está produciendo un fenómeno terrible. Lo que hasta ahora eran lugares de asueto, destinos a los que los habitantes de Europa Central se dirigían para pasar sus dos semanas de vacaciones al sol, son el escenario al que arriban los emigrantes provenientes de Siria y otros países de Asia y África. Llegan atemorizados por la travesía, con chalecos salvavidas que no les ayudan a flotar, en barcazas que tienen que ser remolcadas por los guardacostas europeos porque ni tan siquiera tienen combustible suficiente para llegar a su destino.

Philip Brink y Marieke van der Velde, director de cine documental y fotógrafa, ambos holandeses, decidieron unir esos dos mundos tan opuestos y ponerlos a dialogar. Eligieron para ello la isla griega de Lesbos, situada frente a las costas de Turquía y destino de las embarcaciones que alquilaban los sirios que escapan de la guerra en su país. Buscaron voluntarios entre los turistas centroeuropeos y los refugiados sirios para, simplemente, ponerlos a hablar juntos en un banco y contarse sus opiniones sobre la vida y lo que estaba ocurriendo en Europa el verano del año pasado. El contraste que surge en esas conversaciones, entre quienes están acostumbrados a una vida cómoda y sin sobresaltos y quienes llegan, huyendo del horror de la guerra, a una Europa que no les quiere, es todo un revulsivo para nuestras conciencias.

Ilja Kok y Willem Timmers

«¿Para qué querrán tantas fotos?» se oye preguntar a uno de los miembros de la tribu Mursi, que habita al sureste de Etiopía, en las orillas del río Omo. Las mujeres Mursi aparecen fotografiadas a menudo en los documentales antropológicos sobre África por los discos que colocan en su labio inferior y los enormes aros que llevan como pendientes. Posar para las cámaras de los cientos de turistas que cada año se acercan a sus aldeas se ha convertido en la principal fuente de ingresos para los Mursi, que se dejan fotografiar a cambio de unas monedas.

La productora de cine documental Ilja Kok y el director Willem Timmers, ambos miembros de Copper Views, una productora independiente holandesa, nos muestran en este vídeo la otra cara de la visita turística. La visión de quienes se ponen cada día frente a la cámara y su visión de unos personajes incomprensibles para ellos como son los turistas que los visitan cada día. La reflexión a plantearse es la del impacto que el turismo masivo está produciendo en estas comunidades. Un impacto que no genera ni proximidad ni un mayor conocimiento entre dos grupos humanos, sino tan sólo una mera transacción económica establecida en términos de desigualdad.

Massimo Vitali

Massimo Vitali, (Como, 1944) es uno de los fotógrafos italianos más conocidos internacionalmente por sus imágenes de playas, tomadas por todo el planeta. Sus primeras fotografías, hechas en las playas de la Toscana, próximas a su casa, llamaron inmediatamente la atención por sus colores claros, sus dimensiones y, sobre todo, su punto de vista elevado. Vitali tomó la idea del teatro Barroco italiano, donde la escena está concebida en función de un punto de vista elevado: el del palco destinado al príncipe. Para ello se hizo construir una especie de trípode/plataforma que en las sucesivas versiones ha llegado a tener entre cuatro y cinco metros de altura. Desde esa atalaya, fuera del campo de visión de los bañistas, espera el momento adecuado para tomar sus complejas escenas, que el gran detalle de la imagen permite observar con atención en las ampliaciones de más de dos metros que suele producir.

En esta ocasión, la imagen está tomada en la playa belga de Knokke. Es un políptico de ocho imágenes que componen una panorámica de la playa, desde las casas del paseo marítimo hasta los bañistas disfrutando del agua marina.

Sergio Belinchón

Sergio Belinchón (Valencia, 1971) se dio a conocer en el entorno artístico con una serie de fotografías sobre las ciudades vacacionales de la costa mediterránea fuera de temporada. Los enormes edificios completamente vacíos, las calles desiertas, daban una cruda visión de lo artificial de esas ciudades surgidas de la nada y destinadas a albergar a los turistas durante sólo tres meses al año.

Desde entonces, las complejas relaciones entre realidad y artificio, espacios urbanos y espacios de borde, turismo y urbanismo han sido los componentes de un discurso artístico que ha ido evolucionando de la fotografía a las artes plásticas, incorporando en sus obras el vídeo.

Desde hace ya muchos años, Belinchón reside en Berlín, ciudad a la que se desplazó para realizar una estancia en el centro de arte Invaliden, un antiguo hospital de comienzos del siglo XX reconvertido en centro de creación.

Paraíso (2006), es una película producida en Super8 (el formato de las viejas cámaras cinematográficas de consumo) y transferida posteriormente a vídeo, en la que Belinchón juega con los componentes de nuestro imaginario para volver de nuevo a sus temas preferidos: el turismo, el viaje, lo desconocido que, sin embargo, resulta familiar, y  nuestra auto construcción como turistas.

Andrés Nagel

Andrés Nagel (San Sebastián, 1947) es un artista plástico de larga trayectoria en el campo de la pintura y escultura. Tras finalizar los estudios de Arquitectura, profesión que jamás ejerció, comenzó una etapa de gran actividad creativa y expositiva. A diferencia de la mayoría de los artistas vascos de la época, Nagel optó por la figuración, con un estilo libre y cáustico que en los años finales de la dictadura franquista provocó algún que otro escándalo. En los años ochenta, su presencia en exposiciones internacionales aumentó, participando en distintas colectivas en Europa. En los Estados Unidos su obra fue difundida por el galerista José Tasende, con cuya galería acudió a ferias en Chicago, y Los Angeles y expuso en el Meadows Museum de Dallas.

Turista es un ejemplo del estilo particular de Nagel

Rogelio López Cuenca

Rogelio López Cuenca (Nerja, 1959) estudió Filosofía y Letras en la universidad de su ciudad natal y se doctoró en 2016 en la de Castilla la Mancha. Artista visual y poeta, su obra tan difícil de clasificar como de definir. Trabaja con elementos tomados de los medios de comunicación, del kitsch y se sitúa entre las ciencias sociales y la creación visual.

Uno de sus temas más recurrentes es la crítica de la apropiación cultural que se ha venido haciendo en los últimos años de la figura de Pablo Picasso, artista al que se pretende “arrimar” a intereses políticos e incluso económicos, mediante una continua labor de  manipulación de su obra.

De esta reflexión surge la instalación Ciudad Picasso (2011), en la que critica el proceso que ha venido realizando la que fue ciudad natal del pintor para apropiarse de su figura y convertir el hecho de que naciera en Málaga como motivo de atracción turística, sin tener en cuenta que toda su etapa creativa se desarrolló en Barcelona y, sobre todo, en París y la Costa Azul. Para realizar esta instalación. López Cuenca fue recogiendo todo tipo de souvenirs adquiridos en las tiendas para turistas de Málaga, combinados con fotografías tomadas por él mismo de diferentes motivos picassianos reproducidos en bares y tiendas de la ciudad, eslóganes turísticos colocados por el Ayuntamiento y adornos de las calles.

Eduardo Chibás

Eduardo Chibás estudió Arte e Historia en la Universidad de Minnesota y luego completó sus estudios de Audiovisuales en la UACE de Barcelona, ciudad en la que reside.  Bye, bye, Barcelona (2014) es un documental que realizó en los ratos libres que le permitía su trabajo profesional y que ha encontrado un inesperado eco en festivales de cine y medios de comunicación desde que se presentó por primera vez en abril de 2014. Chibás muestra los efectos del modelo de ciudad generado por la propaganda oficial y los grandes acontecimientos de los años noventa y dos mil. Una ciudad invadida por un turismo masificado, que ha perturbado gravemente no sólo la vida ordinaria de los barceloneses, sino también la economía de la ciudad, haciendo subir los alquileres y eliminando el comercio tradicional en beneficio de aquel que está destinado exclusivamente a vender recuerdos a los visitantes. Todo ello con una administración local y autonómica que en ningún momento han sabido administrar los enormes ingresos (20 millones de euros diarios) que el turismo genera en beneficio de sus conciudadanos.

La película de Chibás muestra las zonas de la ciudad más afectadas por el turismo, como la Rambla o la Ciutat Vella y expone cómo han pasado de ser espacios vitales para los barceloneses a ser ocupados, en la actualidad, exclusivamente por los turistas.

Derwald

Poco se sabe de la vida de Derwald, el videoartista autor de MoMA (2013). Ni tan siquiera si ese es su verdadero nombre o un seudónimo adoptado para mantener oculta su verdadera identidad. Pero ese juego de anonimato queda fácilmente olvidado ante la fuerza de sus imágenes. MoMA es un vídeo sobre la relación entre el turismo y la cultura y el modo en que la función de los museos se ha ido pervirtiendo en beneficio del turismo de masas. Lo que antes fueron templos del arte se han convertido en lugares en los que practicar un rito que tiene muy poco que ver con la apreciación de la belleza, el placer visual o estético. Más bien, los visitantes que muestra Derwald en MoMA tienen como objetivo documentar el hecho de que han visitado el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

En una especie de bucle, que recuerda al “regador regado” del cine de los Lumière, Derwald filma a los filmadores, los fotografía en el acto de fotografiarse a si mismos, manteniendo para ello una actitud transgresora pareja a la que los turistas asumen con total naturalidad, dado que el museo, como casi todos los de Estados Unidos, prohíbe tomar fotografías en su interior.

Página web: shamehome.com

 

 

  

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