Jesus Segurola Urkiola

Uno de los fabricantes de txistus contemporáneos más destacados es Jesús Segurota Urkiola (Zumárraga, Gipuzkoa, 1920) que desde su juventud mostró una singular destreza para el dibujo. Tras cursar sus estudios básicos en el Colegio La Salle de su villa natal y diversas experiencias laborales, puso en marcha un taller que le permitió dominar diversas especialidades metal-mecánicas.

Su inicio en la construcción de txistus, mediados los años sesenta del siglo XX, fue consecuencia de la petición de su hermana de que le construyera un ejemplar. La solicitud llegó acompañada de un documento de Isidro Ansorena en el que figuraban las medidas de nuestro instrumento musical popular más importante. Con esta información y la madera de boj facilitada por José Ramón Barrenetxea construyó cuatro unidades, contactando con un txistulari para comprobar su funcionamiento. Recuerda que tres "sonaban bastante bien".

Completó su formación con enseñanzas de txistu, con el txistulari Iñaki Murua, hermano lego en el Santuario de Aranzazu (Oñati). También fue valiosa la ayuda de José Ramón Barrenetxea, al que nos hemos referido anteriormente, con el que le unía una buena amistad y en cuyo taller de modelista probaron un notable número de maderas para la elaboración de txistus, desde las del país (roble, nogal, castaño, boj y acebo entre otras muchas), hasta las de otros países como el ébano. Entiende Jesús "que las mejores maderas autóctonas son el castaño y el espino o elorri, así como el avellano y la peor el roble pues no suena por el tipo de veta".

Jesús Segurola(Fotos: Javier Carballo 07/2001).

Jesús Segurola

Jesús Segurola destaca que en sus inicios "los txistus no estaban ajustados, es decir, sin cogerles el punto", en lo que se avanzó notablemente. Sus visitas al Conservatorio de música San Sebastián para afinarlos con la ayuda de José Ignacio Ansorena fueron frecuentes.

Tras conseguir el ajuste de los txistus "que eran de una sola pieza de 420 mm de longitud y en fa sostenido", empezaron a utilizarse por los txistularis entre ellos el citado Ansorena. Siguiendo su consejo empezó a fabricarlos de dos piezas (cabezal y complemento) resolviéndose las dificultades de armonización de estos txistus con otros instrumentos con la elaboración del suplemento en "fa natural".

En el caso de Jesús Segurola es destacable no solo su aportación a la renovación del txistu y a su difusión, sino sus investigaciones sobre las raíces de nuestro idioma, sobre las que ha publicado dos libros (Lar en 1985 e Izadi eta Gizaki Arteko Arremanetan Lar en el 2001). Hay que señalar también su condición de pintor y escultor, habiendo diseñado el monumento al txistulari de Zumárraga.