La elaboración de txistus

La madera la adquiría en almacenes y en algunos casos como el ébano tenía que acudir a Valencia a especialistas en su importación. Llegaba en tablones lo que le obligaba a reducirlos a cuadradillo, que encargaba a otros talleres que disponían de la sierra adecuada.

Jesús Segurola iniciaba el proceso redondeando el cuadradillo del que al final saldría un txistu, para lo que utilizaba un torno. Se continuaba agujereando el interior en un torno sujetándolo en un plato. Esta operación tenía su dificultad, pues era frecuente el embotamiento de la herramienta (broca). Seguidamente se rebajaba la parte superior para asiento de la lengüeta, empleando una fresa. Colocada la pieza entre puntos en un torno mediante una cuchilla se lograba la conicidad exterior deseada. Posteriormente se agujereaba la parte superior en un taladro.

Para la elaboración de la lengüeta se partía de chapa de acero inoxidable a la que se le daba las medidas deseadas en prensa mediante un troquel para terminarla manualmente.

Para lograr la boquilla se utilizaba el mismo material de menor espesor que para la lengüeta, que se cortaba también en prensa para proceder a continuación a envolverla sobre si misma y soldarla. Se trataba de una operación que requería una gran habilidad manual y experiencia.

Para fabricar los casquillos superior e inferior se partía de tubo niquelado. El proceso para obtener los anillos intermedios y el del dedo meñique era más sencillo.

La elaboración de txistusSegurola elaborando un txistu al inicio de la última década del siglo XX. (Fotos: Javier Carballo 07/2001)