Hilatura

El hilado solo lo efectuaban, hacia los años 40 del siglo XX, tres de las dieciséis fábricas existentes en la zona. En esa época, el algodón, que se recibía por ferrocarril en forma de balas, era introducido por un trabajador por manojos en el batan en donde se limpiaba y homogeneizaba y del que salía en forma de una banda de 1,10 metros de anchura y espesor regulado, “la napa”, pasando seguidamente a las cardas, en las que rodillos giratorios con púas la iban arañando, sacándole fibras de forma que quedaran todas alineadas y paralelas, y que tras pasar por una especie de embudo que las agrupaba, daban lugar a la mecha o tira de algodón de las que posteriormente se obtenía el hilo.

Estas mechas, que se depositaban en bidones, entraban a continuación en las maquinas mecheras, atendidas por mujeres, donde pasando entre rodillos que giraban a distintas velocidades se iban estirando y adelgazando, en sucesivos pasos y maquinas, hasta ir formando el hilo, que finalmente se recogía en bobinas.

Algodonera de San AntonioTrabajadora de Algodonera de San Antonio, atendiendo la entrada de las mechas de algodón, desde bidones a una máquina en la sección de hilatura, fotografía anterior a 1914. Debido al ambiente cargado de polvo y fibras de algodón, las trabajadoras cubrían su cabeza con un pañuelo bien ajustado, los hombres se cubrían con una boina.