El proceso productivo

Domingo Goiburu "bastero-txikia" manifiesta que siempre que fuera posible, examinaban el animal que iba a utilizar el baste a fabricar "para conseguir una mejor adaptación".

El proceso productivo se iniciaba cortando la lona a la medida deseada, según el animal al que iba destinado el baste, utilizando tijeras de sastre para, a continuación, extender una tela de saco en el suelo o encima de una mesa y sobre el mismo, la lona ya preparada, dejándolos a la misma medida mediante los cortes necesarios con la misma herramienta anteriormente señalada. A continuación se procedía a coser ambas piezas entre sí por los laterales y el centro.

Se continuaba metiendo la paja, entre la lona y la tela de saco, primero un lado y luego otro. Para ello se hacían manojos, lo más compactos posible, los que se conocía como "hacer paquete", introduciéndola mediante reiterados "empujones" hacia el interior. Terminaba esta fase del proceso cosiendo los otros dos lados mediante una aguja curvada y uniformando la distribución de la paja con golpes manuales o con un hierro y, en algunos casos, hasta con los pies. La siguiente operación era el "trenzado", es decir, varios cosidos (generalmente diez u ocho si el baste era para un animal pequeño) entre los laterales, utilizando una aguja y doble hilo, a fin de conseguir la fijación de la paja y que "no se mueva".

Por otro lado se fabricaba una horquilla de hierro, para cuya construcción se partía de varilla de 12 mm., que obtenían en chatarrerías, siendo necesario que fuera "bastante dura". Para darle la forma deseada utilizaban una colocación de madera (un tronco al que habían dado forma triangular en un extremo y sacado una ranura) y sobre el que iban torciendo el material por presión manual e incluso golpeo, hasta alcanzar la forma de U, de las medidas adecuadas al animal al que iba destinado el baste.

Domingo Goiburu y Emilio UrkiaDomingo Goiburu (bastero) y Emilio Urkia (urtargile), en pleno trabajo en Idiazábal (cedida por la familia Goiburu).

Para la fabricación de las almohadillas laterales (dos por cada baste), se partía de lona cortada a la medida deseada, colocándose en su interior la horquilla de hierro y la paja entera o "dos gavillas atadas entre sí", de forma que quedase muy compacto, a lo que daban mucha importancia, procediéndose a su cerrado mediante cosido. Tras cortar el centeno que sobresalía en los extremos, se cosían los mismos. Terminaba esta fase uniendo, mediante cosido con hilo grueso, las dos piezas que hemos descrito, la "albardea o bastea" y las dos almohadillas. Durante el proceso, el bastero iba doblando el conjunto sobre sus piernas para darle la forma final.

Se continuaba pasando un alambre de Ø 2 mm. de un lateral al otro, doblando sobre sí misma la punta que sobresalía en la parte delantera del baste, para evitar el roce al animal. La punta de la parte trasera servía para enganchar la "kurruperea" o cinta, generalmente de cuero, que se sujeta el baste la la parte trasera del animal.

 Para conseguir una mejor protección del animal, debajo del baste, la parte que iba a estar en contacto directo, se cosían dos lonas rellenas de paja fina sin durezas, y con lana de oveja. También se colocaban dos amarres para sujetar la cincha que pasaba por debajo del cuerpo y servía para sujetar el útil.

Estos artesanos también fabricaban, habitualmente, el aparejo de madera que va sobre el baste utilizaban fresno y, en Urbía haya, que trabajaban con azuela hasta lograr un cuerpo rectangular de medidas de 50/60 y 20/30 mm., según el destino del baste que se encastraban entre sí y se sujetaban con clavos, formando una especie de arco adaptado al animal. El "palo" delantero tenía que ser menor que el trasero ya queel animal es más ancho en su parte posterior.

Solo en ocasiones probaban el baste sobre el animal, siendo frecuente el adorno del conjunto con bolas rojas o verdes, a elección.

BurroEn Alegia, burro con carga sobre el baste. (Foto Javier Carballo).