Las características del esparto (flexibilidad, dureza, resistencia) la hacían adecuada para la elaboración de buen número de productos demandados en cada época en las distintas actividades. Entre los utilizados en las labores agrícolas cabe señalar las alforjas, serones, cestos, capazos, esparteñas y garbillos, entre otros, siendo conocido también el empleo de las plantas enteras para la cría del gusano de seda y en las comarcas muy secas para la construcción de bancales para un mejor aprovechamiento de la humedad de las lluvias.

También se ha utilizado el esparto en la fabricación de alfombras, sogas de varias clases, suelas de alpargatas, zuecos, espuertas, esteras, aguaderas y objetos similares y más recientemente en la obtención de pasta de papel.

Entre los productos elaborados por los esparteros de Sesma destacaban los serones en ocho tamaños (desde seis a diez pies) esterillas la más frecuente de 1,26 x 0,80 metros, alforjas (conocidas como pequeñas, medianas, grandes y extraordinarias) y costaleras en dos medidas.

Además, previo encargo se han elaborado estos productos en otras medidas, como la estera de cinco metros de longitud por dos de anchura (Ayuntamiento de Peralta), así como vencejos, sobre todo para atar los haces de las mieses y capachos para trujales que se introducían en el eje de la prensa llenos de aceitunas, uno encima del otro, de forma que al presionar la máquina, fluía el aceite. También elaboraban cuerdas para la fabricación de tracas utilizadas, sobre todo, en las fallas de Valencia.

Actualmente en algunas regiones (Andalucía, Levante) se sigue trabajando el esparto obteniéndose, sobre todo, objetos paa decoración o uso personal.

Diversos productos elaborados con esparto.

Estera de esparto de cinco metros de longitud y dos de anchura.