La elaboración de los productos

Con las distintas clases de hilos obtenidas se elaboraban en Sesma los productos que anteriormente hemos descrito, tarea que se llevaba a cabo habitualmente en los bajos del domicilio de los esparteros.

Mª José Sagasti describe con detalle los procesos productivos de esteras, alforjas y serones. En relación con las primeras que reproducimos a título de ejemplo señala que los palos de urdir se colocan paralelos, apoyados en los travesaños de la escalera que convengan, según la longitud de la pieza que se desea elaborar. El palo alto se sujeta a una barra del techo, y el de abajo a una anilla en el suelo y a un soporte, comenzándose a urdir, pasando las sogas entre los palos, bien tensas y juntas. Es importante estirar la urdimbre dándole comba: cada cinco sogas se estira fuerte para dejarlas entre apretadas y firmes. Finalmente se mete la caña ente las sogas, bajo el palo inferior, alternando cada soga en direcciones opuestas, para luego poder abrir la estera, es decir separar sus extremos. Esta operación recibe el nombre de encañar.

Una vez preparada la urdimbre, el espartero comienza a coser la pieza con la aguja, tramando las sogas con cordel, dejando una anchura de tres dedos, unos 5 cm., entre cada par, espacio que recibe el nombre de carrera. La estera debía medir 20 carreras por metro, aunque al hacerla a ojo podían salir 21. Acabada la labor de coser, había que deslizarla de los palos para rematar esta parte no cosida: lo que se conocía como Coser los vacíos. Después se saca la caña –abrir la estera – quedando los dos extremos desunidos, que eran cosidos para terminar la pieza: en el argot Coser los orillos.

A partir de las esteras se confeccionan las distintas clases de alforjas lo que requería entre otras operaciones de doblado y cosido.

Los esparteros veteranos recuerdan que para impedir que se les escaparan las agujas se echaban aliento en los dedos.

En ocasiones las sogas se teñían de color en un pozal para conseguir dar más vistosidad a los productos.

La elaboración de géneros con esparto requiere una experiencia que solo es posible adquirir con una dilatada práctica.