Hasta el inicio de la segunda década del siglo XX cada espartero vendía directamente los productos que elaboraba a los usuarios que se lo demandaban y a intermediarios.

También salían a recorrer los pueblos vecinos y en algunos casos alejados de Sesma para ofrecer sus productos y reparar los que por el uso se habían deteriorado. Esta práctica ha sido habitual en el pasado para la comercialización de muchos artículos de elaboración artesanal.

Cosiendo esparto.