El proceso de fabricación

Las operaciones básicas del guarnicionero comienzan con la preparación del cuero (fundamentalmente adecuar su espesor a la medida deseada), cortar a los muy diversos tamaños que requieren las partes que componen los productos a fabricar, coserlas entre sí, para lo que en ocasiones, se pegan previamente con el fin de facilitar el trabajo, realizar agujeros y decorar.

En la fabricación de aparejos para caballerías de labranza, destacaban los collerones, bridones u orejeras, cabezadas o cabestras, tirantes de carro para reatas, sillones para carros, sillones para labrar viñas, zafras, barrigueras y retrancas, así como melenas y bardias (lo que va debajo del yugo, donde se sujeta la vara del carro o galera). También confeccionaban albarcas con suela "de neumáticos", utilizadas en la laya de viñas.

La fabricación de las sillas de montar, de las que existen en el mercado una extraordinaria variedad de modelos, requiere una gran capacidad profesional y sobre todo actualmente, una esmerada fabricación, ya que se destinan a demandantes, en su mayoría, de notable capacidad adquisitiva.

Según informaciones de Antxon Aguirre Sorondo, el artesano fabrica los distintos componentes para, posteriormente, irlos armando, hasta lograr lo que finalmente es la silla. Inicialmente incorpora a un bastidor de madera prefabricado las distintas partes de la silla, a la medida y preferencias del jinete. En primer término, el acolchado, que se recubre con cuero curtido de calidad. Le siguen los faldones laterales y las cinchas de sujeción, que van clavados al bastidor o armazón, y a cada lado, el juego de almohadillas que evita cualquier daño al animal durante la monta. Tras un baño de colorante y el encerado final, la silla ya está presta para su entrega.

La fabricación tradicional de collerones (de varios modelos, ajustados a las distintas caballerías), se inicia por el cuerpo, utilizándose, habitualmente, piel de cabra para la badana, que tras humedecerla, para posteriormente poder doblarla, se rellena con paja de centeno y pelo o lana, procediéndose a su cosido. Este trabajo lo realizaban con frecuencia especialistas conocidos como "cuerpistas" y que abastecían a los guarnicioneros.

Proceso de fabricación de un colleron. (Dibujo de Yulen Zabaleta).

La siguiente operación consiste en reforzar el cuerpo, es decir, forrarlo con cuero, para lo que utiliza patrones o moldes para darle la forma adecuada, procediendo, finalmente, a su cosido, para a continuación colocar las costillas de madera, que une con presillas de cuero de vaca, para pasar a sujetar los "franjaletes" con hebillas (dos por colleron). Tras aplicar las llaves (de abajo y arriba) para abrir y cerrar el collaron, se termina colocando cuatro correas que se sujetarán al cuello del animal, con agujeros que permitan su adaptación.

Silla de montar en proceso de fabricación.