La estancia en la zona costera

Durante la estancia en la zona costera, los pastores llegaban a acuerdos con los baserritarras para comer y pernoctar "apopillo" en su caserío. Según recuerda el matrimonio Jaureguialzo-Iribar, hacia 1956 pagaban 5 pesetas por persona y día y unas 250 pesetas (milla errial) diarias por el pasto y la utilización de las bordas de las ovejas, precio que en 1.980 llegaba a 1.500/2.000 por día. José Esnaola recuerda haber pagado 25 pesetas al día, hacia 1.950 por pastar en la zona de Deba.

La alimentación de ovejas se completaba con pulpa de remolacha y maíz y a partir de mediados de los años cincuenta con alfalfa. Los años de fuertes heladas, como la de Febrero de 1956, era un difícil problema de resolver habiendo llegado a morirse todas las cabras que nacieron.

Durante la estancia en la costa nacían unas 160 ovejas "arkumiak" de las que unas 110 o 120 se vendían y las restantes 40 a 50 volvían a Urbasa "para recría".

Durante esa época el pastor recorría los caseríos de los alrededores con su rebaño a medida que ésta iba consumiendo el pasto disponible.

Las ovejas pastan en las cercanías de LasturLas ovejas pastan hacia 1916 en las cercanías de Lastur que aparece al fondo.

Ovejas pastando junto al santuario de ArrateOvejas pastando junto al santuario de Arrate hacia 1916 (Foto Indalecio Ojanguren).

Los caseros de la zona estaban favorablemente dispuestos a alquilar sus pastos debido a que las ovejas comían los tallos cortos de las hierbas que dejaba el ganado vacuno de los caseríos, además de abonar los prados con sus excrementos.

En estos meses, el matrimonio formado por José y Carmen elaboraba queso, no así José Esnaola quien vendía, para carne, los corderos que nacían, en Deba y principalmente en Eibar.

El viaje de regreso se iniciaba entre el 28 de Marzo y el 15 de Abril desandando el camino de ida, encaminándose directamente a los pastos comunales de la Sierra de Urbasa, a su chabola de la majada de Arraton-do, donde el matrimonio pasaba el resto del año, quedando sus hijos pequeños en casa de sus familiares en Arrona.

El cambio perjudicaba al ganado llegando a morirse (por las variaciones del clima) entre 8 a 10 ovejas, a pesar de que éstas, a partir de los ocho días de vida, eran capaces de seguir el camino en condiciones normales. Las ovejas a lo largo de su vida, llegaban a hacer hasta 8 y 10 veces el recorrido de Urbasa a la costa y regreso.

Sin embargo José Esnaola permanecía hasta mediados de Marzo en Deba, para en estas fechas dirigirse hacia Arrate, donde quedaba hasta primeros de Mayo, para finalmente retornar a la sierra de Alzania, en compañía de su madre y hermana, por el mismo camino en 3 jornadas, a donde llegaba definitivamente el 8 de Mayo.

Realizó sus últimos desplazamientos a Deba en 1962 y a Eibar en 1965. Desde entonces permanece con sus ovejas el invierno en su localidad de Ilarduia, alimentándolas con pienso y alfalfa.

Realizado con Patxi Aizpurua

Rebaño de ovejas en ItziarRebaño de ovejas en Itziar. Al fondo la Iglesia y las casas que había a principios de siglo. (Foto Indalecio Ojanguren).

Ovejas pastando en una de las majadas de UrbasaOvejas pastando en una de las majadas de Urbasa en 1942 (Foto Indalecio Ojanguren).