La evolución de las instalaciones de herrar

Para el herraje, sobre todo de bueyes, se han utilizado en el pasado instalaciones de madera, donde se sujetaban los animales facilitando el trabajos de los herradores. Su evolución en las últimas décadas ha sido importante.

En los potros tradicionales al animal se le colocaban alrededor de la tripa unas cinchas de cuero y se le sujetaban los cuernos, para a continuación levantarlo, dejándolo al vuelo, para lo que utilizaban un torno que se hacía girar y unas cadenas. Seguidamente se le ataban las patas traseras y delanteras mediente correas o sogas llamadas coyundas.

Perratoki tradicional de principios de siglo.

Las instalaciones actuales más avanzadas son de hierro y portátiles y aunque se siguen utilizando las cinchas de cuero y el sistema de elevación, la inmovilización de la cabeza del animal es distinta.

En ambos casos el herrador trabaja con las patas del animal bien sujetas y cuando lo hace en la parte trasera se defiende de las posibles evacuaciones, mediante un saco protector adecuadamente colocado.