El oficio

La elaboración tradicional de un marco requería el dominio de diversas técnicas, desde las necesarias para la preparación de la madera y su ensamblaje, así como la decoración. No es pues de extrañar que en los contratos de obra se utilizaran diversos nombres al referirse a este oficio, siendo el más frecuente, durante los siglos XVI y XVII el de entalladores, apareciendo también el de ensambladores y carpinteros. A partir de finales del siglo XVII se utiliza el de ebanistas, todos ellos, englobados en el gremio de carpintería. Más tarde empieza a utilizarse el de enmarcadores. En ocasiones el artista cuya obra se protegía, elaboraba y decoraba el marco.

La madera ha sido el principal material utilizado en la elaboración de marcos para lo que tenía que reunir determinadas condiciones que garantizaran el correcto cumplimiento de su función. En algunos contratos se especificaba que el árbol se debía talar en "buena luna", es decir, en cuarto menguante, e incluso se indicaba que "tenga pocos nudos" y los meses que debia permanecer sin labrar para conseguir un secado y curado apropiados.

Hemen gehien erabili ohi diren zurak ezpala, gaztainondoa, limoi-zura (zuhaitz mirtazeoa), intxaurrondoa, madariondoa, pinua eta haritza izan dira, betiere aroaren eta eskualdearen arabera. Aberatsenek, hala ere, kaoba, zedroa, ebanoa eta Flandesko pinua eta haritza ere eskatzen zituzten. Baina beste material batzuk ere erabili ohi dira, hala nola, brontzea, kareia, hezurra, marfila, nakarra, lapis lazuli, zilarra, beira eta kristala.

TallerFotografías: Antxon Aguirre Sorondo

Las maderas autóctonas más utilizadas han sido el boj, castaño, limoncillo, nogal, peral, pino y roble, según épocas y regiones. Para las clases más pudientes se han importado caoba, cedro, ébano así como pino y roble de Flandes. También se empleaban bronce, carey, hueso, marfil, nácares, lapislázuli, plata, vidrio y cristal.

La primera operación era el diseño del marco definiendo sus características principales, en lo que el enmarcador desarrollaba su capacidad creativa de acuerdo con las preferencias del comprador. A continuación se procedía a cortar la madera a las medidas deseadas, generalmente por encima de las finales, para dejarlo "reposar" dos o tres días y con ello evitar posteriores deformaciones perjudiciales para la obra que iba a proteger el marco. Se continuaba labrando la cara y los cantos, operación que requería la habilidad del artesano para hacer realidad lo proyectado, para pasar a pulir los bordes y tras comprobar que la madera no tenía alabeos, proceder a la unión de las piezas, teniendo en cuenta las dimensiones y molduras. Tras ajustar el marco, es decir, la unión deseada de las partes, se procedía al encolado y posterior lijado.

El proceso de decorado de los marcos ha sido tradicionalmente muy importante, habiéndose utilizado diversas técnicas, como la talla, de gran aplicación, taracea y marquetería, policromado, dorado y cincelado o mateado, entre otras.

Taller de elaboración de marcosTaller de elaboración de marcos, según grabado de L'encyclopedie de Dederot y D'Alembert del siglo XVIII.