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Talento, excelencia e investigación ante la incertidumbre

En un contexto económico cada vez más complejo y cambiante, la conjunción de talento, excelencia e investigación debe ser el faro que nos alumbre en la incertidumbre. Que nos fortalezca como territorio, nos haga avanzar, ser más competitivos, abra nuevas oportunidades de desarrollo y genere recursos que nos permitan profundizar en la cohesión social.

Las dudas sobre una desaceleración en el crecimiento de las economías en las que las empresas de Gipuzkoa se desenvuelven, no terminan de despejarse. Pero más allá de esta circunstancia, el panorama ha cambiado y países que hasta hace relativamente poco únicamente competían en costes, en la actualidad disponen de desarrollos tecnológicos similares o incluso superiores a los países denominados de antigua industrialización; países en los que la previsible falta de personas y vocaciones en la industria definen retos añadidos a abordar. Gipuzkoa no es una excepción.

Por eso, gestionar adecuadamente el talento y la innovación resulta fundamental para generar conocimiento avanzado, que permita a Gipuzkoa y a su tejido económico ser más competitivo y consolidarse en los sectores económicos con más capacidad para generar riqueza y empleo de calidad. Uno de los pilares en los que se asienta el futuro es la investigación. Y la investigación se basa, a su vez, en las personas y en nuestro ecosistema de ciencia e investigación, cuya labor hay que poner en valor.

Nuestro objetivo como Diputación es claro: contribuir a posicionar a Gipuzkoa como una región puntera en materia de I+D a nivel europeo como soporte a las empresas, para que éstas desarrollen nuevos productos y servicios, y adquieran tanto nuevos conocimientos como mayor valor añadido, e impulsen la formación de nuevas personas investigadoras, así como la creación de nuevas empresas de base tecnológica con cobertura internacional

Es cierto que Gipuzkoa cuenta con un posicionamiento notable en materia de I+D. Según los últimos datos de Eustat, contamos con 12.000 personas dedicadas a la I+D, no lejos de Bizkaia, pero con mucha menos población.  El personal dedicado a I+D en Gipuzkoa en 2017 suponía el 41,9 % del total de Euskadi. Si atendemos a nuestra cifra de gasto en I+D respecto al PIB de 2,37, está muy por delante de Bizkaia (1,68), Araba (1,35), Euskadi (1,85) y, por supuesto, España (1,24). Y por encima también de la media de la Unión Europea (2,06).

Pero también estamos muy por debajo de países como Alemania, Japón, Suecia, Austria o Bélgica, que superan todos ellos el 3%. Que, por cierto, es el objetivo establecido por la UE para este año. Con lo cual, cero complacencias. Somos buenos, pero quizá no tanto como creamos. Y lo que tenemos que hacer es explotar todo el potencial que atesoramos, porque si lo hacemos, estaremos mucho más cerca de aquellos países que lideran esta materia, y eso redundará en la fortaleza de nuestras empresas y de nuestro modelo socio-económico.

Ingredientes no nos faltan. Tenemos un ecosistema de I+D sólido y consolidado, favorable, con una amplia presencia de la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación en Gipuzkoa: 11 Centros tecnológicos, 2 Centros de Investigación Cooperativa, 4 BERCs, un instituto de Investigación Biosanitaria, 2 Organizaciones de I+D Sanitarias, 26 Unidades de I+D empresarial y cuatro universidades. Además de otros organismos de intermediación oferta-demanda, de difusión y singulares.

Los centros generan conocimiento, son capaces de adaptar los avances y tecnologías a las empresas, hacer de enlace entre investigación-desarrollo-innovación con nuevos productos.

Asimismo, Gipuzkoa ha sido siempre un territorio emprendedor, y cuenta con todo un ecosistema muy potente de apoyo con agentes como BIC Gipuzkoa, ayudas económicas y monitorización a lo largo de todo el proceso: desde la creación del proyecto, a la comercialización y la expansión. Sin embargo, la ralentización de la creación de empresas, en el ámbito industrial y el debilitamiento de la vocación emprendedora en una sociedad cada vez más acomodada constituyen realidades que no podemos obviar.

Es cierto que durante la crisis las empresas de Gipuzkoa mostraron una mayor solidez que las empresas del Estado, produciéndose menos cierres empresariales. Sin embargo, durante la recuperación económica la generación de iniciativas empresariales está siendo también más lenta.

Contamos también con una cantera de talento importante, ya que el 43% de la población cuenta con estudios profesionales medios o superiores y más del 25% tiene formación universitaria. Contamos con universidades de prestigio, y con un modelo de FP y de formación dual alineado con las necesidades de la industria. En la otra cara de la moneda, somos una sociedad cada vez más envejecida y con una carencia de perfiles tecnológicos, por lo que debemos trabajar por fomentar los estudios STEAM y la participación de las mujeres en los mismos.

También debemos tener en cuenta el peso del cooperativismo en Gipuzkoa, con 880 empresas y sociedades que generan más de 33.000 puestos de trabajo. Ni la apuesta que venimos realizando como territorio por la participación de los y las trabajadoras, en la gestión y en la propiedad, y la nueva cultura de empresa, centrada en la persona. Apostar por la implicación de los trabajadores y por el arraigo de las empresas es apostar por el futuro. Y esa vocación de continuidad genera, sin lugar a dudas un caldo de cultivo propicio para la I+D+i empresarial.

Gipuzkoa es un territorio pequeño, con un tejido económico y social avanzado, pero que no puede permitirse el lujo de quedarse atrás en este ámbito. Menos aún si tenemos en cuenta que el conocimiento avanzado, ligado también a la profunda transformación tecnológica que vivimos, se erige, cada vez en mayor medida, en el activo más importante de cara a la competitividad económica.

Todo esto requiere de una estrategia y una visión claras, de la determinación, de la colaboración, y del acierto a la hora de delimitar aquellos sectores en los que queremos incidir. Aquí también vale aquello de no poner todos los huevos en una cesta, pero tampoco se puede incurrir en lo contrarío porque llevaría a la dispersión de nuestros esfuerzos.

En la Diputación tenemos muy claro que los avances en I+D no se improvisan. La creación de un grupo, el desarrollo de unas líneas de investigación, la creación y el mantenimiento de las infraestructuras y equipamiento necesarios para estar al día, son inversiones que requieren tiempo, esfuerzo y recursos y que no da frutos inmediatos. La situación actual es el resultado del esfuerzo realizado por personas, empresas, entidades y administraciones.

Ciñéndome más al objeto de la jornada, y aprovechando vuestra presencia, me gustaría esbozar algunas de las líneas de trabajo que viene desarrollando la Diputación, así como las oportunidades que éstas conllevan.

Por un lado, tenemos el apoyo al ecosistema:

  • Apoyo a la Red Vasca de Ciencia, Tecnología e Innovación en Gipuzkoa, a través del programa de ayudas. Precisamente acabamos de aprobar la convocatoria de 2020, que estará dotada con 4,3 millones. También tenemos ayudas para proyectos de I+D y de inversión con todos los centros de la Red y con un apoyo especial a las unidades de I+D empresarial, tanto para su creación, como para la colaboración con otros centros. Esta última convocatoria la aprobaremos a principios de marzo.
  • Apoyos especiales a proyectos e inversiones en las áreas consideradas estratégicas: Electromovilidad, Ciberseguridad, Gastronomía 4.0, Industria 4.0, envejecimiento, Fundación Biociencias… Aunque en muchos casos no apoyan directamente la I+D, sí crean un entorno favorable a la innovación o posibilitan proyectos de demostración que impulsan la aplicación de esta I+D. Todo este trabajo lo estamos llevando a cabo en coherencia con la estrategia RIS3 de especialización inteligente del Gobierno Vasco. Se trata, en definitiva, de especializarnos en aquellos sectores en los que ya estamos bien posicionados, y que tienen una mayor capacidad de generar empleo de calidad y traccionar la economía.
  • Apoyo a las agencias de desarrollo comarcal como intermediarias entre las empresas y la I+D, o entre las propias empresas para compartir experiencias de aplicación de las tecnologías. La capilaridad de las agencias de desarrollo es muy importante, especialmente para llegar a las pymes.
  • Apoyo a la atracción y retención del talento, tanto el de más alto nivel científico como el necesario para las empresas. Aquí podemos citar programas como Fellows, con el que apoyamos la incorporación de científicos de prestigio a los centros de la Red de Gipuzkoa; Talentia Skills, que impulsa las competencias entre estudiantes de las universidades; o Gipuzkoa Talent Forum, que pone en contacto a las empresas con jóvenes del territorio que estudian o trabajan fuera y que quieren desarrollar sus capacidades aquí.

Tenemos también el apoyo a las empresas:

  • Además de las ayudas destinadas a las unidades de I+D empresarial, impulsamos a través de distintos programas la I+D que se realiza desde las empresas tanto para el desarrollo de productos como para la mejora de procesos productivos y organizativos. La innovación abierta es otra realidad que ha llegado para quedarse.

 

  • Estamos también especialmente cerca de las PYMEs en su esfuerzo para conocer e incorporar tecnologías. La pequeña empresa tiene un gran peso en el tejido económico del territorio, especialmente en la industria, sector en el que hay en Gipuzkoa más de 900 pymes industriales que en su conjunto generan casi la mitad del empleo total de la industria guipuzcoana. Por ello, las convocatorias ayudas inciden en cuestiones clave para la transformación de todo ese tejido, como la digitalización y la fabricación avanzada. Ese paradigma 4.0 que ya está aquí y que debe ser una de las palancas para asentar nuestra industria, es decir, uno de los grandes motores de nuestra economía.

El apoyo al emprendizaje constituye otro de los pilares de la acción de la Diputación.

  • Entro otros, se apoya la creación de Nuevas Empresas de Base Tecnológica que tienen su punto de partida en la I+D, con el programa Txekin, y el intraemprendizaje que partiendo de un esfuerzo en I+D en una empresa da lugar a un nuevo negocio. Esta legislatura vamos a poner especial énfasis en esta última línea de trabajo, porque es una de las más demandadas, y porque las mejores ideas se derivan, muchas veces, de proyectos que ya están en marcha y se ramifican en otros nuevos. En 2018, con una inversión superior a 1,5 millón de euros, la Diputación apoyó 483 proyectos que dieron lugar a la creación de 388 empresas, 234 de ellas promovidas por mujeres, y 45 start-ups o de base tecnológica.

 

Entre las distintas herramientas está también la fiscalidad

Gipuzkoa apuesta claramente por impulsar la I+D de las empresas a través de la política fiscal. Para 2020 se ha previsto un gasto fiscal por deducción de I+D de 8.510.000 euros.

También a través de los incentivos fiscales al mecenazgo se prevén deducciones para las empresas que aporten fondos para la investigación en centros de la Red y en áreas consideradas estratégicas.

Por último, aunque ya ha aparecido de soslayo, me gustaría citar, como buque insignia, la iniciativa Etorkizuna Eraikiz, a través de la cual estamos poniendo en marcha proyectos piloto basados en la experimentación, y la colaboración con el tejido asociativo, económico e investigador del territorio, así como con la ciudadanía. Queremos adelantarnos a los retos que nos depara el futuro mediante la colaboración público-privada y el trabajo en común de las instituciones y la sociedad organizada, ejecutando proyectos experimentales que permitan dar soluciones complejas a problemas complejos que afronta el territorio. Poniendo, así, a Gipuzkoa en el mapa mundial de la gobernanza colaborativa.

Este año, el plan contará con un presupuesto de 22 millones de euros, de los cuales 14 millones se destinarán a los centros de referencia que estamos poniendo en marcha (envejecimiento, ciberseguridad, gastronomía digital, electro movilidad y creación de contenidos audiovisuales en euskera), y 32 proyectos experimentales: ocho que comenzaron a desarrollarse la pasada legislatura y 24 de nueva incorporación-.

Podemos decir que Etorkizuna Eraikiz es el gran laboratorio de I+D de las políticas públicas de Gipuzkoa, y que traccionará, dinamizará y catalizará a su vez distintas iniciativas en esta materia, maximizando todo el potencial, el conocimiento y las ideas existentes en el territorio, y analizando también buenas prácticas de países punteros.

Sobra decir que todos aquellos o aquellas que queráis ampliar información sobre estas iniciativas o participar de las mismas, me tenéis a vuestra entera disposición.

En definitiva, hablar de I+D equivale a hablar del futuro de nuestra economía, y de nuestra competitividad. De reforzar las bases de nuestro bienestar, de una sociedad basada en la igualdad, y de hacerlo garantizando la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Hablamos de un reto colectivo, ligado a las personas, a su crecimiento, sus valores y sus competencias. De un proceso, por tanto, en el que tenemos que involucrar al conjunto de la sociedad, de nuestras empresas y de nuestras asociaciones, para que el conocimiento las nuevas tecnologías puedan calar en todos los actores socio-económicos.

  

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