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El contacto humano, el aire libre y el juego son esenciales para el desarrollo y el bienestar de los niños y adolescentes, lo que ha hecho que el Covid-19 haya perjudicado su salud y sus emociones. En la medida en que el contacto es fundamental, tienen que recuperar la relación que han perdido durante todo este tiempo tanto con los amigos como con los educadores. Además, debemos tener en cuenta que el buen desarrollo de la infancia, la adolescencia y la juventud son responsabilidad no sólo de la familia, sino de toda la sociedad.

La educación no formal es el principal medio de su promoción, por lo que al tener que tomar decisiones importantes a esa edad, se deben proporcionar oportunidades y recursos eficaces para que su desarrollo sea el más adecuado. Y en ello está trabajando la red Gaztematika, a pesar de las dificultades.

Ainhoa Larrea, técnica de Euskara, Cultura, Educación, Juventud y Deportes de Zizurkil, ha destacado que, en la difícil y dura situación que estamos viviendo, uno de los espacios más seguros son los gaztelekus, aunque con todas las medidas y protocolos existentes no sea fácil su puesta en marcha. La adaptación a la nueva situación ha supuesto una serie de cambios en sus servicios, así como una importante reducción del aforo, lo que ha hecho que muchos jóvenes se alejen del servicio en lugar de acercarse. Ainhoa, sin embargo, ha sido capaz de ver el lado positivo de la situación, ya que los tutores legales de los niños y niñas, adolescentes y jóvenes han mostrado un gran interés por los servicios, teniendo en cuenta que la implicación de las familias y de la comunidad es fundamental.

El 20 de noviembre es el Día Internacional de los Derechos de la Infancia y de la Adolescencia, y Ainhoa ha querido destacar la importancia de este día. ha comentado que durante la pandemia se han violado los derechos de los y las menores. Así, Ainhoa ha insistido en la importancia de los haurtxokos y gaztelekus, haciendo hincapié en que son lugares seguros y necesarios.

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