¿Qué es la infraestructura verde?

La infraestructura verde es una red de zonas naturales y seminaturales y de otros elementos ambientales, planificada de forma estratégica, diseñada y gestionada para la prestación de una extensa gama de servicios eco sistémicos (Comisión Europea, 2013).

La infraestructura verde se concibe como una red de espacios y elementos que mejoran la resiliencia ante impactos como el cambio climático, contribuyen a la conservación de la biodiversidad y benefician a las poblaciones humanas mediante el mantenimiento y mejora de los servicios de los ecosistemas.

Los servicios ecosistémicos son el conjunto de beneficios que las personas y la sociedad obtienen del propio funcionamiento de los ecosistemas. Por ejemplo, la producción de agua limpia, la formación de suelo, la regulación del clima por parte de los bosques, la polinización, la conservación de la biodiversidad, etc.

En la práctica, todo espacio verde —desde el gran parque natural, hasta la jardinera urbana— produce servicios ecosistémicos en mayor o menor medida y podría ser considerado infraestructura verde, pero para ajustarse a la definición de la Comisión Europea, tiene que formar parte de una red planificada y su gestión tiene que tener en cuenta la mejora de su funcionalidad para prestar servicios ecosistémicos.

La esencia de la infraestructura verde es su multifuncionalidad. Puede atender múltiples necesidades de forma simultánea: funciones ecológicas, productivas y culturales. Por tanto, a diferencia de la infraestructura gris, que sirve a un único propósito, los espacios verdes ricos en biodiversidad pueden desempeñar una gran variedad de funciones de forma simultánea y a muy bajo coste, en favor de las personas, la naturaleza y la economía.

La Infraestructura Verde se concibe, por tanto, como una red:

  • Ecológicamente coherente y estratégicamente planificada
  • Compuesta por un conjunto de áreas naturales y seminaturales, elementos y espacios verdes, tanto rurales como urbanos. También elementos artificiales que contribuyan a la funcionalidad ecológica, como los ecoductos y pasos de fauna en las carreteras.
  • Multiescalar y que requiere de diversas escalas de planificación, desde la Europea hasta la municipal.
  • Que contribuye a mejorar la resiliencia ante impactos como el cambio climático, a la conservación de la biodiversidad y beneficia a las poblaciones humanas mediante el mantenimiento y mejora de las funciones que generan los servicios de los ecosistemas, incluyendo los beneficios personales y sociales que proporciona el contacto con la naturaleza.

El desarrollo de redes de infraestructura verde se encuentra prevista en las Directrices de Ordenación del Territorio, que define una red básica para la CAPV y define los criterios para que, a través de los Planes Territoriales Parciales y el planeamiento urbanístico municipal, se establezcan redes comarcales y locales.

En este marco, el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas quiere impulsar la delimitación de una red de infraestructura verde para Gipuzkoa, con criterios técnicos basados en la funcionalidad ecológica, así como ejecutar proyectos y acciones para su mejora, con tres objetivos principales:

  1. Mejorar la resiliencia del territorio ante el cambio climático y promover su adaptación.
  2. Favorecer los procesos naturales, garantizar la conectividad ecológica y desfragmentar el territorio, mejorando su funcionalidad ecológica.
  3. Facilitar el contacto de las personas con un medio natural diverso, funcional e interesante cercano a pueblos y ciudades, con objeto de mejorar la calidad de vida de las personas y educar y sensibilizar para lograr actitudes proclives a la conservación de la naturaleza.