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Un equipo arqueológico halla restos de arte mueble y parietal del paleolítico en la cueva Agarre de Mendaro

Han descubierto colgante grabado sobre asta de cérvido y varios trazos de representaciones animales en las paredes.

25/07/2018

En el curso de unos recientes trabajos de preparación para la excavación de la cueva, el investigador Álvaro Arrizabalaga y el grupo arqueológico Antxieta descubrieron un colgante grabado sobre asta de cérvido y varios trazos de representaciones animales en las paredes que pertenecen al paleolítico.

Denis Itxaso: “Gracias al trabajo de las personas dedicadas a la investigación arqueológica, nos es posible reconstruir acontecimientos del pasado”.

El diputado de Cultura Denis Itxaso, el arqueólogo Álvaro Arrizabalaga y el grupo de arqueología Antxieta, han dado a conocer los restos de arte mueble y parietal hallados en la cueva de Agarre situada en la localidad guipuzcoana de Mendaro. Concretamente se han hallado restos de arte mueble y parietal correspondientes al paleolítico, retrasando en varios miles de años su secuencia cronológica y sumando un nuevo registro de cavidad con arte rupestre en Gipuzkoa después de haber presentado el año pasado los hallazgos de Azpitarte en Errenteria y los de Arbil en Deba.

En el curso de unos recientes trabajos para la preparación de la excavación de la cueva Agarre durante el mes de marzo, el arqueólogo Álvaro Arrizabalaga, descubrió una pieza de arte mueble (obra de arte realizada sobre un objeto de dimensiones limitadas) junto al grupo arqueológico Antxieta. Exactamente hallaron un colgante grabado sobre asta de cérvido y completaron la jornada de hallazgos con varios trazos en las paredes correspondientes a representaciones animales.

En arqueología el avance produce gracias a datos e informaciones obtenidas en acciones programadas, pero sobre todo, en ocasiones ocurre que al hallar objetos de forma inesperada este descubrimiento cambia radicalmente la orientación de las investigaciones. A este respecto, Denis Itxaso, diputado de Cultura ha subrayado que “Gracias al trabajo de las personas dedicadas a la investigación arqueológica, nos es posible reconstruir acontecimientos del pasado”.

Esto lo que ha sucedido en la cueva de Agarre, situada en el valle Kilimon que, a veces discurre con mucha agua y otras viene seco, en Garagarza. No es una cueva grande, pero tiene una entrada principal junto a la que se sitúa el yacimiento, y después varias ramificaciones con galerías a diferentes alturas, incluyendo una entrada superior.

Esta cueva fue descubierta en 1966 y, ese mismo año, Juan María Apellaniz y Rodríguez Ondarra hicieron una excavación en la entrada. Con las evidencias que recuperaron, plantearon  una secuencia cronológica para el yacimiento con 3 niveles de diferentes períodos: uno, el más antiguo, del Aziliense (es el último período del Paleolítico Superior, hacia el 10.000-8.000 antes de Cristo) y dos  más modernos, del Calcolítico o Edad del Cobre  y de la Edad del Bronce (estos dos últimos van encadenados y discurren entre el 3.500 y el 1.500 antes de Cristo).

Dos décadas después, el prehistoriador Joxean Mujika estudió los restos de hueso recuperados en las excavaciones y descubrió entre ellos piezas más antiguas que atribuyó al Magdaleniense (período anterior al Aziliense y que, junto al Solutrense, son los dos grandes períodos artísticos del Paleolítico Superior).

Newton en una carta a Robert Hooke le decía que si había visto más lejos, había sido porque estaba sentado sobre los hombros de gigantes. La frase está tomada de una reflexión del filósofo medieval Bernardo de Chartres (siglo XII) que venía a decir que si  Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por alguna distinción física nuestra, sino porque somos elevados por su gran altura.

  

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