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Gipuzkoa Coopera da también sus frutos en Perú de la mano de Escuela de Hostelería Aiala de Zarautz

Alaia ofrecerá un desayuno para 1200 alumnos.

La Escuela de Hostelería Aiala y el Obispado de Callao trabajan conjuntamente en la puesta en marcha y gestión de un comedor social para jóvenes en la zona desfavorecida de Pachacútec.

San Martin: “Con Gipuzkoa Coopera estamos trabajando para lograr una implicación más activa de la ciudadanía, de nuestras empresas y del conjunto de los agentes económicos, sociales y culturales, en una tarea que nos concierne a todos: construir un mundo más justo y solidario”. 
 
El proyecto tiene un coste de 150.000 euros y es financiado con 25.000 por parte de la Diputación, el matrimonio formado por Karlos Argiñano y Luisi Amestoi y el cocinero peruano Gastón Acurio. Los otros 75.000 euros los pone la Fundación Pachacutec.  El comedor social ofrecerá un desayuno nutritivo a 1.200 alumnos.
 
El Director de Cooperación, Fernando San Martin y Raúl González, Director de la Escuela de Hosteleria Aiala de Zarautz han presentado el proyecto de cooperación que en el marco de Gipuzkoa Coopera está llevado a cabo la escuela de hostelería Aiala en la zona desfavorecida de Pachacútec en Perú en colaboración con el Obispado de Callao. En la rueda de prensa también ha estado Kelly Florcita Santa Cruz, becaria del Hotel Restaurante Karlos Argiñano, para realizar una especialización como premio por haber sido el mejor expediente académico de su promoción en Pachacútec. 
 
Gipuzkoa Coopera es un proyecto puesto en marcha por la Diputación en 2017 y que pretende impulsar la Cooperación al Desarrollo extendiéndolas a entidades no convencionales en la Cooperación pero que cuentan con una gran imbricación en el territorio guipuzcoano y fuera de él. Uno de estos proyectos es el desarrollado por la Escuela de Hostelería Aiala. 
 
El Obispado del Callao ha creado en Pachacutec, en una de las zonas con bolsas de pobreza más dramáticas de América Latina con un 80% de adultos en situación de desempleo, un campus para brindar educación de calidad y formación en valores, con la férrea convicción de que así los pobladores podrán ser agentes de su propio desarrollo. Con la participación y el compromiso de Santos Toledano, piloto español con gran sensibilidad social, el Obispado del Callao presentó el proyecto al Gobierno del Perú de quien obtuvo la adjudicación de casi 200 hectáreas de terreno y a través de Fundación Pachacútec, abrió sus puertas en el año 2004 para recibir a niños y jóvenes de Pachacútec y otras zonas vulnerables.
 
Actualmente y gracias a la Fundación Pachacutec se ha construido un centro de estudios  de alrededor de 1,100 alumnos, además de aquellos que participan en cursos modulares de corta duración que se dictan en el transcurso del año, como por ejemplo en Panadería y Pastelería, entre otros. Asimismo, se brindan diversos servicios como: guardería infantil, cafetería, biblioteca comunitaria, sala de usos múltiples (auditorio), centro médico y zona de deportes. 
 
La escuela de hostelería Aiala ha sido la responsable del montar y gestionar el comedor social dentro del esquema del proyecto formativo y de inserción social de las personas que reciben formación en la Fundación Pachacutec. Un comedor social donde se garantiza que,  al menos los alumnos van a recibir una comida al día,  con los aportes nutricionales diarios suficientes.
 
El proyecto ha sido financiado por la Diputación con 25.000 euros, por Karlos Argiñano y su esposa Luisi Amestoi con otros 25.000 euros y por el famoso cocinero peruano Gastón Acurio, con otros 25.000 euros y la Fundación pone otros 75.000 euros. 
 
El centro se inaugurará en febrero de 2019 y dará ofrecerá un desayuno nutritivo a 1200 alumnos porque como ha dicho Raúl Gonzalez “un estomago con hombre no es capaz de aprender nada”. 
 
El Director de Cooperación ha destacado que “con Gipuzkoa Coopera estamos trabajando para aumentar el músculo cooperante y lograr una implicación más activa de la ciudadanía, de nuestras empresas y del conjunto de los agentes económicos, sociales y culturales, en una tarea que nos concierne a todos: construir un mundo más justo y solidario”. 
 
Pachacútec
Pachacútec o Pueblo Nuevo de Pachacútec es un asentamiento que se encuentra en el distrito de Ventanilla, en la provincia del Callao, donde habitan más de 200.000 personas provenientes en su mayoría de la sierra y cordillera más próximas a Lima. Nuevo Pachacútec, situado a 39 km al noroeste de la ciudad de Lima, nace en 1999 a partir de una iniciativa gubernamental que pretendía promover la integración y el desarrollo social de familias en situación de extrema pobreza. La idea consistía en desplazar a miles personas de los núcleos urbanos, en los que tenían la imposibilidad de acceder a una vivienda digna, a una zona despoblada donde sus nuevos habitantes pudiesen iniciar una vida más próspera.
 
Pero la hostilidad del terreno, la escasez de los más elementales servicios básicos como luz y agua, y la falta total de infraestructuras, hicieron imposible entonces, y continúa siendo muy difícil todavía, el progreso de este precario asentamiento. Pachacutec sigue siendo a día de hoy, una de las zonas más pobres de  América Latina. 
 
Gipuzkoa Coopera
Este proyecto forma parte de Gipuzkoa Coopera por la cual seis prestigiosas instituciones guipuzcoanas del mundo del arte, la cultura, la ciencia, el deporte y la gastronomía, como son Escuela de Hostelería Aiala de Karlos Argiñano, Kukai Dantza Taldea, Tabakalera, Physics Center, Real Sociedad Fundazioa y Zinemaldia, están desarrollando cada una de ellas un proyecto de cooperación. 
Esta iniciativa se enmarca en la voluntad de la Diputación de extender a la sociedad guipuzcoana la responsabilidad y la posibilidad de trabajar conjuntamente en Cooperación al Desarrollo. “Las crecientes necesidades de apoyo y solidaridad y la demanda de una parte importante de nuestra sociedad para tomar parte de manera más activa, señalan la conveniencia de dar un paso más para abrir la cooperación a Gipuzkoa. Con Gipuzkoa Coopera estamos logrando una implicación más activa de la ciudadanía, de nuestras empresas y del conjunto de los agentes económicos, sociales y culturales, en una tarea que nos concierne a todos: construir un mundo más justo y solidario”, ha explicado San Martin. 
El objetivo es trabajar la Cooperación al Desarrollo de una forma poliédrica y que de esta colaboración surjan personas y entidades capaces de convertirse en motores de cambio en sus propios entornos.
 
 
 
  

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