La Diputación destaca el aumento de ayudas al sector ecológico y prioriza cumplir los compromisos adquiridos tras conceder 1,7 millones en 2025

La institución reafirma así su apuesta por la transición ecológica destinando en 2025 una cantidad similar y ante las quejas del sector por la congelación de nuevas incorporaciones de solicitudes argumenta que asumir nuevos compromisos pondría en riesgo el pago de las ayudas plurianuales ya aceptadas en 2023 y 2024.

 Pese a la decisión adoptada para 2025, la Diputación muestra su disposición a explorar alternativas viables junto al sector para 2026, al igual que lo hiciera para los ejercicios anteriores, y mantener una colaboración activa en el diseño de políticas sostenibles que fomenten y protejan la actividad, sin que esto suponga una merma en la cantidad que el ente foral destina a este fin.

La Diputación Foral de Gipuzkoa ha decidido centrar en el ejercicio 2025 sus esfuerzos en cumplir con los compromisos de pago plurianuales adquiridos en años anteriores para el fomento de la agricultura ecológica y no aceptar nuevas incorporaciones de solicitudes de ayudas en el presente año.

La medida responde al fuerte incremento registrado entre 2023 y 2024, con un aumento del 22,6% en las ayudas, que han alcanzado 1,7 millones de euros. Según el diputado foral de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, “cumplir con los compromisos adquiridos y garantizar su pago durante los próximos cinco años aplicando el menor prorrateo posible hace inviable asumir nuevas incorporaciones en 2025”.

La institución foral ha tomado esta decisión debido al notable aumento de las ayudas en los últimos años destinadas especialmente a los pastos vinculados a la ganadería ecológica y la previsión de que esta tendencia continue en 2025. Así, la Diputación ha optado por congelar la incorporación de nuevas solicitudes para poder garantizar los pagos comprometidos y evitar posibles tensiones presupuestarias.

En esta línea, el diputado foral de Equilibrio Territorial Verde explica que “nuestro compromiso como departamento es fomentar e impulsar este tipo de actividad y responder las demandas de nuestras y nuestros baserritarras al respecto. No obstante, ante esta tendencia consideramos que lo más prudente, de cara a avanzar en el diseño de políticas públicas más eficaces al mismo tiempo que cumplimos con nuestros objetivos, es estudiar y trabajar de manera conjunta en evaluar aspectos como: el impacto de las ayudas en una mayor oferta en el mercado de carne ecológica, la asunción real en de los costes adicionales en la ganadería ecológica o la relación entre superficie comprometida y demanda real del mercado”.

Así, ante las quejas del sector sobre la decisión adoptada para el año 2025, Arruti, recuerda que “en los últimos diez años hemos incrementado un 226% las ayudas a impulsar esta actividad”. Con esta decisión ha añadido “no estamos hablando de mermar nuestra dotación presupuestaria, que hoy se aproxima a los dos millones de euros, sino que nos disponemos a seguir trabajando de manera conjunta con el sector de cara a 2026 para: pensar en alternativas sostenibles que impulsen el sector y posibiliten el cumplimiento de los objetivos marcados en el Basque Green Deal y el Pacto Verde Europeo; realizar una evaluación de la oferta real de producto ecológico y el impacto de nuestras políticas a este respecto; y evaluar el impacto de las limitaciones en los nuevos productores”.

Arruti también ha aprovechado para recordar, que más allá de las citadas ayudas, dentro del presupuesto anual del departamento de Equilibrio Territorial Verde, se están realizando grandes esfuerzos para paliar los efectos derivados del cambio climático, como plagas y enfermedades o a controlar la expansión de especies invasoras que afectan directamente a la producción local. Además, ha recordado también las distintas ayudas destinadas a realizar inversiones en explotaciones que ascienden a 3,6 millones de euros, así como las convocatorias orientadas a impulsar la actividad agroganadera del territorio, como Gaztenek o Baserritar misto Profesionala, entre otras, “a las que también tienen opción aquellas personas que orientan su actividad al cultivo y a la ganadería ecológica”. “Todas ellas diseñadas para proteger e impulsar la actividad en el sector sea cual sea el enfoque”, ha concluido.