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Exposición de Antequera Azpiria en el Koldo Mitxelena

Abierta hasta el 14 de enero de lunes a sábado de 11:00-14:00 / 16:00-20:00.

23/11/2016

La Directora de Cultura María José Tellería y el comisario de la exposición Mikel Lertxundi presentarán la exposición de Pedro Antequera que se inaugura hoy a las 19.30h en el Koldo Mitxelena y que permanecerá abierta hasta el 14 de enero de lunes a sábado de 11:00-14:00 / 16:00-20:00.

Antequera Azpiri (Gipuzkoa. 1919-1934)

Ilustrador, humorista gráfico, publicista, escritor y, en menor medida, pintor, Pedro Antequera Azpiri desarrolló parte de su carrera en Gipuzkoa. Los tres lustros que median entre 1919 y 1934 constituyen con toda probabilidad su etapa más fecunda y feliz; una época de plenitud y cierta despreocupación que la guerra se encargaría de truncar.

Nacido en Madrid en 1892, comenzó de niño a dibujar los motivos que le rodeaban en su día a día y a publicar un cuadernito inspirado en las revistas ilustradas de la época. Pese a licenciarse en Derecho y Filosofía y Letras, para 1919, cuando contrajo matrimonio con Amelia Sansinenea y se estableció en San Sebastián, se había decantado ya por su carrera de dibujante.

En la ciudad trabajó como publicista e ilustrador, aunque estuvo especialmente implicado en defensa del humor gráfico. Esa fidelidad con la dignificación de su oficio determinó su activa organización de la Gran Semana Humorística Internacional (1926) y del II Salón de Humoristas e Ilustradores de San Sebastián (1932). Excepcional dinamizador, durante los años veinte colaboró igualmente en otras muestras artísticas e históricas locales, y en los treinta dirigió la actividad expositiva de la sociedad Euzko-Pizkunde. Este caldo de cultivo cultural propició su intervención en varias de las actuaciones encaminadas a realzar el mundo vasco tradicional ideadas por Antonio de Orueta, como la Gran Semana Vasca, que a partir de 1927 se celebró anualmente, o la sociedad de arte escénico Saski-Naski, una experiencia artística multidisciplinar nacida en 1928.

En definitiva, Antequera Azpiri fue una de las figuras de referencia en la concepción de la imagen de una San Sebastián alegre y divertida. Muchas de sus obras ofrecen el relato de la vida ociosa de una ciudad que se consagraba al visitante durante buena parte del año, dispuesta a satisfacer su anhelo de entretenimiento.

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Durante los años veinte explotó sus dotes de publicista con productos de higiene, belleza, perfumería, vestuario, automoción y alimentación. En 1924 se convirtió en el director artístico de Lizariturry y Rezola, para la que rediseñó la imagen de Jabón Lagarto y creó la marca de perfumería Gurys. Proyectó sus envases, etiquetas y anuncios, que construyen una imagen de seducción recurriendo a un mundo urbano sofisticado y cosmopolita.

A partir de 1928 trabajó para la Sociedad Nestlé publicitando sus chocolates y creando la revista Manolín, que pretendía fidelizar al público infantil. Y en los años finales de la década se ocupó de otros encargos para empresas y entidades guipuzcoanas, como la Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa, Limonada Osasuna, Boinas Elósegui o Librería Internacional.

Caricaturas y chistes

Como humorista gráfico, produjo caricaturas y chistes para su reproducción en la prensa local y nacional, y para su comercialización como obras autónomas. Incidió así en la defensa de su profesión, haciendo que sus productos saltaran de los soportes de difusión de masas a la esfera privada.

Ambos, las caricaturas y los chistes, carecieron de un propósito hiriente. Sus chistes estuvieron dominados por un humor comedido, que evitó la sátira y prefirió buscar la comicidad diseccionando situaciones cotidianas, malentendidos y juegos de palabras inocentes. En cuanto a sus caricaturas, se basan en la síntesis y en la exageración de algunos gestos y rasgos físicos, lo que no impide que atinaran en la captación psicológica del protagonista.

Gipuzkoa a vista de pájaro

Las escenas de multitudes a vista de pájaro son su marca distintiva. Entre las décadas de 1910 y 1960 produjo numerosas composiciones derivadas de la observación directa de los escenarios y de una transcripción, más o menos veraz, de las situaciones que en ellos tenían lugar. La gran mayoría están ambientadas en San Sebastián, con escenas de sus playas, paseos y centros de diversión, como el casino, Atotxa o la plaza de El Chofre. La gran mayoría de los temas fueron recurrentes en otras de sus ilustraciones, como chistes o caricaturas, y permiten conocer sus intereses y movimientos, a la vez que corroboran su fina capacidad de análisis de las situaciones.

Libros

Los primeros veinte años de su carrera desarrolló una prolífica actividad como ilustrador y escritor de libros, especialmente dirigidos al público infantil. Encontró su hueco en un sector que estaba en expansión gracias al crecimiento urbano y al desarrollo económico y de las necesidades de enseñanza.

Entre 1917 y 1933 permaneció ligado a la editorial Hijos de Santiago Rodríguez, centrada en mezclar autores reputados con dibujantes notables. De los trabajos de este periodo al margen de la editorial, destacan la experiencia de la revista Manolín (1928-1930) y, sobre todo, Corremundo. Aventuras de un aviador de doce años (1932), probablemente su obra más lograda.

Eventos: animando San Sebastián

El San Sebastián de los años veinte y treinta se nutrió de la inventiva de una serie de personajes que diseñaron numerosos eventos con los que entretener a la población turística que inundaba la ciudad. Uno de los más destacados fue Antequera Azpiri, cuyas experiencias previas en Madrid le animaron a proponer un salto cualitativo con la organización de la Gran Semana Humorística Internacional de San Sebastián en 1926. Concebida como una experiencia global, aunaba una exposición, conciertos, danza y conferencias (Manuel Abril, Bon y K-Hito). Tuvo su punto final en una reunión gastronómico-humorística (Saltxa Humorística).

Se implicó igualmente en la organización de la Gran Semana Vasca y de la sociedad de arte escénico Saski-Naski, que dio sus primeros pasos en 1928 y aglutinó a un buen número de artistas plásticos que diseñaron su vestuario y escenografías.

 

  

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