El Juzgado de Azpeitia vuelve a sobreseer la primera querella sobre las obras de la AP-1

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Azpeitia ha decretado por segunda vez el sobreseimiento de la primera de las querellas presentadas en torno a las obras de la autopista AP-1, en el tramo Eskoriatza Norte–Arrasate Norte. El juzgado concluye que no existen indicios de malversación y de falsificación documental, ni perjuicio económico alguno para la Diputación Foral de Gipuzkoa ni para la sociedad pública Bidegi.

De esta manera, el Juzgado desestima por segunda vez esta causa, abierta en 2014 a raíz de una querella presentada por la Diputación gobernada en aquel momento por Bildu, y supone la tercera ocasión en la que la Justicia descarta irregularidades en la construcción de la AP-1 dentro de lo que se conoce como el “caso Bidegi”.

La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, en su valoración ha reclamado a EH Bildu que “tras enredarlo todo durante más de diez años y de sembrar confusión, deje de lado la política de acoso” y ha apelado a la izquierda abertzale a “actuar con honestidad en la política, porque la ciudadanía no merece este comportamiento”.  En esta línea, ha denunciado la actitud de EH Bildu, al que ha acusado de “empeñarse en una estrategia hostil que, de persistir, solo seguiría perjudicando a todas y todos”.

Durante la instrucción de la causa, abierta tras la revocación el pasado mes de febrero de un primer auto de sobreseimiento recurrido por EH Bildu, los informes técnicos de la acusación fueron refutados por un informe de revisión encargado por la propia Diputación. Este inform los consideró erróneos, incompletos y alejados de la realidad de las mediciones. Ya en 2017, tanto la institución foral como Bidegi presentaron escritos ante el juzgado en los que ratificaban que no se produjo perjuicio económico alguno. Los peritajes aportados, asimismo, acreditan que todos los pagos correspondieron a trabajos efectivamente ejecutados. En paralelo, tanto el Tribunal Vasco de Cuentas como el Tribunal de Cuentas estatal archivaron las actuaciones contables relacionadas con esta obra.

Mendoza ha calificado lo sucedido como “una gran injusticia” y ha reconocido que la decisión tiene un sabor “agridulce”: “Dulce porque siempre tuvimos claro que todo lo realizado estaba bien hecho; amargo porque este procedimiento, iniciado en 2013 con Bildu al frente de la Diputación, ha supuesto un sufrimiento enorme para las personas a las que se quiso implicar”.