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La Mesa de Coordinación para la Atención de la Violencia Machista en Gipuzkoa avanza en la mejora de los servicios de atención a víctimas

• En su segunda Sesión Plenaria, la Mesa destacó avances en la intervención con mujeres víctimas de violencia machista y sus hijas e hijos, priorizando la coordinación interinstitucional y la prevención de la revictimización • Entre las metas planteadas para 2025 se encuentran el fortalecimiento de la atención a jóvenes víctimas y la mejora de los mecanismos de coordinación, entre otras iniciativas.

Gipuzkoako Foru Aldundia

La Mesa de Coordinación para la Atención de la Violencia Machista ha celebrado hoy su segunda Sesión Plenaria en el espacio Gunea de la Diputación Foral, en la Plaza de Gipuzkoa. A este encuentro han asistido tanto personas políticas como técnicas de las instituciones que conforman la Mesa, consolidándose como un espacio clave de diálogo y coordinación interinstitucional.

Desde su creación en marzo de 2023, la Mesa ha trabajado en el fortalecimiento de los mecanismos de atención a las víctimas de violencia machista y en la adaptación de las prácticas a la normativa vigente. A lo largo de 2024, las instituciones participantes han intensificado sus esfuerzos para implementar un modelo de intervención integral, poniendo especial énfasis en la interseccionalidad y en los casos más complejos.

Análisis de la intervención y retos identificados

El objetivo principal de 2024 ha sido analizar los retos que dificultan la intervención con mujeres víctimas de violencia machista y sus hijas e hijos. Se ha trabajado para sentar las bases que permitan mejorar la coordinación entre los diversos operadores implicados y evitar la revictimización de las personas afectadas. La reflexión llevada a cabo ha permitido avanzar en el diagnóstico de las situaciones subyacentes a estos casos, identificar obstáculos en la intervención y la coordinación, así como proponer enfoques comunes y herramientas útiles para las personas profesionales. Además, se ha trabajado en recopilar buenas prácticas, garantizar una atención integral y fomentar la comunicación efectiva con la ciudadanía.

Conclusiones alcanzadas

Las conclusiones alcanzadas destacan la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección de las víctimas y el respeto a los derechos de las personas menores, evitando la revictimización, especialmente en el caso de las mujeres que son madres.

Se ha subrayado la importancia de diseñar modelos e itinerarios de intervención que integren de manera efectiva la perspectiva de género, los derechos de la infancia y un enfoque interseccional. Estos modelos buscan neutralizar los estereotipos de género, apoyando a las víctimas de manera menos revictimizante y asegurando que la responsabilidad del cuidado no recaiga exclusivamente en las madres. Además, se ha promovido el empoderamiento de las mujeres para que puedan recuperar su rol como madres y salir del círculo de la violencia.

Asimismo, se ha acordado la creación de modelos específicos para identificar los daños en los menores de edad y ofrecer recursos adecuados para su recuperación, ajustando los procesos de intervención a los ritmos de las personas implicadas.

Fortalecimiento de la coordinación interinstitucional

Otro de los pilares fundamentales de la Mesa ha sido la coordinación interinstitucional. Se ha promovido la participación conjunta de distintos servicios y niveles administrativos para diseñar y hacer seguimiento de los planes de atención, con el fin de evitar la revictimización a través de valoraciones especializadas adaptadas a las realidades de las víctimas. Además, se ha trabajado en reforzar las competencias del personal, tanto en el ámbito de la violencia machista como en los servicios dedicados a la infancia, utilizando herramientas de valoración diagnóstica adaptadas a enfoques amplios y cualitativos, lo que ha permitido una intervención más eficaz y menos invasiva.

Ampliación de recursos y actualización de protocolos

Los recursos disponibles para las víctimas también han experimentado mejoras. Se han ampliado las plazas en los servicios de acogida y se ha logrado reducir las listas de espera en atención psicológica. Además, se ha puesto énfasis en promover la corresponsabilidad entre los sistemas de salud, vivienda y educación, lo que ha contribuido a ofrecer una respuesta integral a las necesidades de las víctimas.

En cuanto a la articulación del sistema, se ha avanzado en la actualización de protocolos y procedimientos, con un enfoque especial en el seguimiento de los casos y la sistematización de las intervenciones. Esto ha permitido mejorar los mecanismos de comunicación y coordinación entre los operadores implicados, asegurando que todas las personas conozcan los recursos disponibles y los protocolos a seguir.

Reconocimiento a las personas profesionales

Finalmente, se ha resaltado la importancia de reconocer la labor de las personas profesionales que trabajan en este ámbito, promoviendo la sensibilización y la formación continua para garantizar una atención adecuada y ética hacia las víctimas de violencia machista y sus hijas e hijos.

Objetivos para 2025

De cara a 2025, se han planteado varios objetivos clave. En primer lugar, se pretende profundizar en la atención a adolescentes y jóvenes víctimas de violencia machista, especialmente en su proceso de recuperación durante los procedimientos judiciales. Además, se completará la implementación del Protocolo de Coordinación con los CAIVS y se realizará un seguimiento de la actividad de Hariberria, evaluando y ajustando sus procedimientos.

También se elaborará un informe con las conclusiones y orientaciones de mejora sobre la intervención con adolescentes y jóvenes afectados por violencia machista, con el fin de perfeccionar las estrategias de atención. Se creará un dossier con referencias documentales útiles para los profesionales que trabajan con adolescentes en distintos sistemas, facilitando el acceso a recursos relevantes.

Además, se ampliará el Protocolo de Coordinación con los CAIVS de la CAE, incorporando pautas más concretas y personas de contacto, para optimizar la coordinación entre los actores implicados. Y por último, se desarrollará un dossier con los datos de actividad del primer año de funcionamiento de Hariberria, incluyendo información sobre el perfil de las usuarias y los itinerarios de coordinación más frecuentes.

  

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