La Diputación Foral de Gipuzkoa inicia la restauración ecológica de Jaizubia en las marismas de Txingudi

La Diputación Foral de Gipuzkoa ha comenzado a realizar los trabajos de restauración ecológica de las marismas en Txingudi, en el estuario del Bidasoa. El objetivo del proyecto es el de recuperar 2,5 hectáreas en la zona de Jaizubia mediante la eliminación de lezones y estructuras artificiales que actualmente limitan la entrada natural del flujo mareal. Las labores de restauración han comenzado este mes y se prevé finalizar este otoño. Con esta intervención se busca restablecer la dinámica natural de las mareas en esta zona del estuario, favoreciendo los procesos de inundación y drenaje que caracterizan a estos ecosistemas de marisma salina.

El proyecto se enmarca dentro de la estrategia de la Diputación Foral para la restauración y conservación de espacios húmedos de alto valor ecológico. Responde al compromiso del ente foral con la preservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, frente a amenazas como el aumento de las temperaturas, la subida del nivel del mar y la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos.

La diputada general, Eider Mendoza, se ha acercado esta mañana a conocer de cerca las labores que se están realizando en la zona junto con el diputado de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, cuyo departamento lidera los trabajos que se están realizando. Mendoza ha destacado que “cuidar, regenerar y proteger nuestro entorno natural, cuidar del equilibrio territorial verde de Gipuzkoa, también significa cuidar de nuestro bienestar integral”. Según ha añadido, mediante las acciones previstas en Jaizubia, se tratará de “recuperar el equilibrio” perdido en este espacio de marismas, lo que supondrá una “importante contribución” desde el punto de vista de la conservación y la biodiversidad de la zona.

Asimismo, Mendoza ha destacado la importancia de recuperar espacios como el de Jaizubia, por su “relevancia” desde el punto de la “resiliencia frente al cambio climático y el aumento del nivel del mar. “Sin duda alguna, este tipo de actuaciones contribuyen a reducir el riesgo de inundabilidad en la zona. Recuperar los flujos de agua originales en este espacio, por lo tanto, contribuirá a prevenir y a mejorar la respuesta frente a futuras crecidas de agua”, ha apuntado.

Las marismas de Txingudi en el estuario del río Bidasoa pertenecen a la Red Natura 2000, es decir, la red europea de espacios protegidos. Este enclave está incluido en la Zona de Especial Conservación y designado como zona de Especial Protección para las Aves, el único espacio de estas características en el territorio. Asimismo, está reconocido internacionalmente como Área de Importancia Internacional para las Aves y Humedal de Importancia Internacional.

Las actuaciones previstas dentro del proyecto permitirán, además de contribuir a la resiliencia de la zona frente a amenazas como el cambio climático corrigiendo los efectos de las alteraciones históricas de origen humano, restaurar el carrizal, — un hábitat de interés comunitario cuya conservación es prioritaria dentro de la Red Natura 2000 — así como mejorar la conectividad ecológica del estuario, favoreciendo la entrada y salida de organismos asociados al flujo mareal.

Estas acciones reforzarán el papel de Txingudi como enclave para la conservación de aves migratorias, en línea con los compromisos internacionales en el marco de la Directiva Aves y de convenios como Ramsar. Las aves son el grupo faunístico más destacado, ya que en Txingudi se han citado más de 250 especies de aves. Esta cifra incluye aves residentes, migratorias (en paso) e invernantes: espátulas, anátidas, aves limícolas, y un larguísimo etc. Pero no solo se verán beneficiadas las aves: la nutria ha vuelto a recolonizar recientemente la zona tras más de medio siglo de ausencia. La recuperación de esta área de la marisma contribuirá de forma significativa a la protección y conservación de todas estas especies.

Trabajos a realizar dentro de proyecto

Las tareas principales a desarrollar en los próximos meses se centrarán en realizar movimientos de tierras, retirando los lezones que actualmente interrumpen la dinámica mareal natural. Paralelamente, se llevarán a cabo labores de limpieza de residuos, algunos de ellos peligrosos como restos de tejados de uralita, depósitos de combustible abandonados, restos de un tráiler, un barco en desuso, entre otros. También se acometerán trabajos de desbroce y eliminación de cañas de bambú, especio exótica invasora presente en la zona. Asimismo, se realizarán plantaciones orientadas a favorecer la recuperación ecológica de la marisma.

Esta actuación está financiada con fondos destinados a la conservación de la biodiversidad marina en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea-Next Generation EU. La inversión asciende a 785.471 euros, transferidos por parte del Gobierno Vasco a la Diputación Foral de Gipuzkoa, entidad responsable de la ejecución de las labores de restauración en la zona.

LIFE Humedales

Además de los citados trabajos, la Diputación Foral de Gipuzkoa prevé realizar nuevas actuaciones a fin de restaurar ecológicamente nuevas zonas de la marisma. En esta línea, la Unión Europea acaba de aprobar el proyecto LIFE Humedales, desarrollado por la Diputación Foral de Gipuzkoa junto con otras administraciones y entidades colaboradoras, en el marco del “Plan Estratégico de Humedales 2030”. Este proyecto supondrá una inversión de 1.400.000 euros destinada a la recuperación de zonas húmedas de alto valor ecológico en Gipuzkoa.

La zona planteada para su recuperación es la marisma de San Pablo, en Jaizubia, a escasos metros de la obra de restauración que se presenta hoy. Actualmente es un espacio aislado de las mareas por un lezón perimetral y equipado con sistemas de drenaje que permiten evacuar el agua de lluvia. El objetivo es recuperar la dinámica natural de la marisma, mejorar los hábitats y fomentar la biodiversidad, con criterios de sostenibilidad. 

Esta iniciativa supone una apuesta firme por la conservación de los humedales y refuerza el compromiso de Gipuzkoa con los objetivos europeos en materia de biodiversidad y restauración ecológica a fin de garantizar el equilibrio territorial verde del territorio en beneficio de la ciudadanía.