Los desperfectos ocasionados por un rayo en la Universidad de Oñati el sábado obligan a valorar una intervención provisional antes de la reforma de la fachada ya prevista
Los desperfectos ocasionados por un rayo en la Universidad de Oñati el sábado obligan a valorar una intervención provisional antes de la reforma de la fachada ya prevista
Los desperfectos ocasionados por un rayo en la Universidad de Oñati el sábado obligan a valorar una intervención provisional antes de la reforma de la fachada ya prevista
Las piezas retiradas se depositarán de forma provisional en el Archivo Histórico de Oñati. Además, se está efectuando una segunda revisión para descartar desperfectos en la instalación eléctrica del edificio.

La Universidad del Sancti Spiritus de Oñati, uno de los edificios más emblemáticos y de mayor valor patrimonial de Gipuzkoa, sufrió la madrugada del sábado daños importantes tras el impacto de un rayo, que alcanzó una de las torretas de la fachada principal, provocando la caída de una figura original del siglo XVI, así como desperfectos relevantes en otros elementos decorativos de piedra. Aunque la evaluación técnica preliminar ya permitió afirmar que los daños son “importantes”, ayer técnicos forales de Arquitectura y Patrimonio, pertenecientes a los Departamentos de Ordenación del Territorio y Cultura, respectivamente, así como responsables de las empresas Petra –que colabora en la rehabilitación del edificio- y Tabuenca & Leache Arquitectos -adjudicataria de la reforma- visitaron de nuevo el lugar para efectuar una nueva revisión de los daños.
En este momento hay dos cuestiones sobre la mesa que están valorando los servicios técnicos junto con la empresa responsable de la redacción del proyecto rehabilitación. La primera y más importante, si la protección de la cubierta que se realizó el fin de semana para evitar la entrada de agua es suficiente o si se requiere de una intervención provisional antes del inicio de la reforma de la fachada. La segunda, es dónde depositar las piezas retiradas, tanto los fragmentos de la escultura que se rompieron, y que están colocados en la capilla, como la de mayor tamaño, que se descolgó de la cubierta por riesgo de caída, y que actualmente se encuentra en las instalaciones de la empresa que efectúo la recogida. Se ha decidido depositarlas para su custodia y adecuada conservación en un espacio en el Archivo Provincial de Gipuzkoa ubicado en Oñati. Más adelante, habrá que valorar si esas piezas podrán ser utilizadas en la rehabilitación o los daños que han sufrido no lo permiten.
Asimismo, a lo largo del día de ayer se realizó una segunda revisión de la instalación eléctrica del edificio para descartar que haya desperfectos. Únicamente se ha detectado un fallo en el bajo cubierta que no afecta en ningún caso a los ocupantes actuales del edificio, tanto el instituto de sociología Jurídica como el IVAP.
Coordinación institucional ante una situación delicada
A primera hora del sábado, técnicos del Servicio de Arquitectura del Departamento de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio y del Servicio de Patrimonio Cultural del Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Gipuzkoa se desplazaron al lugar para realizar una primera valoración junto al Ayuntamiento de Oñati y los bomberos forales.
El trabajo conjunto entre los departamentos de Cultura y el de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio fue clave para activar con rapidez los protocolos de seguridad y conservación. Las diputadas Goizane Álvarez y Azahara Domínguez han estado en contacto desde el primer momento, supervisando las actuaciones emprendidas.
“Estamos hablando de un edificio único en Euskadi, de incalculable valor patrimonial, que forma parte de nuestra identidad y de nuestra historia como territorio”, ha subrayado la diputada de Cultura, Goizane Álvarez. “La Universidad de Oñati no es solo un referente arquitectónico, es también la cuna del conocimiento y del pensamiento en nuestro territorio. El compromiso con su conservación no es solo un deber institucional, sino también una manera de proyectar al futuro el valor del saber, el arte y la historia que alberga entre sus muros”.
Por su parte, la diputada de Movilidad, Turismo y Ordenación del Territorio, Azahara Domínguez, ha recordado que “este suceso pone de relieve la capacidad de respuesta institucional, que ha funcionado de forma ejemplar gracias a la colaboración interdepartamental y al compromiso con el cuidado del patrimonio y del espacio público. Es importante que las instituciones mantengamos una coordinación constante para protegerlo con los medios adecuados”.
Un emblemático edificio con un proyecto de rehabilitación en marcha
Consciente del valor histórico y artístico del edificio, la institución foral ha promovido más de 60 actuaciones de mantenimiento en las últimas dos décadas. Sin embargo, el deterioro progresivo de la fachada ha hecho imprescindible una intervención de fondo, que se materializará gracias a la gestión realizada por el Departamento que lidera la diputada Azahara Domínguez para la consecución de financiación europea.
“Hemos conseguido una parte importante de los recursos necesarios para abordar una rehabilitación largamente esperada, pero se precisarán más para abordar las necesidades integrales del edificio. Ahora es el momento de actuar y de garantizar desde la Diputación Foral de Gipuzkoa que este símbolo de nuestra historia siga en pie, fortalecido y preparado para acoger nuevos usos sin perder su esencia”.
Actualmente, se está redactando el proyecto de rehabilitación integral del edificio, adjudicado a finales de mayo a Tabuenca & Leache Arquitectos, por un importe de 239.792,96 € (IVA incluido). Esta actuación forma parte del proyecto financiado por los fondos europeos Next Generation EU, a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “Unos fondos que también apuestan por la recuperación del patrimonio histórico artístico y su relación con el turismo cultural que es también motor de actividad económica y empleo de las comarcas guipuzcoanas”.
El plan contempla una inversión global de 2,9 millones de euros, obtenida a través de la convocatoria del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en 2023, con el objetivo de restaurar la fachada y adecuar espacios para la futura Oficina de Turismo de Oñati. Las obras previstas incluyen la restauración científica de la fachada y del retablo, la mejora de la accesibilidad, la implantación de medidas de eficiencia energética, y la adecuación del edificio para nuevos usos culturales y turísticos.
Los redactores del proyecto tendrán en cuenta la nueva situación para poder integrar las actuaciones necesarias en el mismo. Para ello será importante conocer si las piezas rescatadas y guardadas podrán ser de nuevo utilizadas.
“La previsión con la que estamos trabajando en el departamento”, ha manifestado la diputada Azahara Domínguez, “es poder tener listo a principios de septiembre la aprobación de los pliegos y el proyecto para empezar a actuar en las fachadas y la cubierta este mismo año. Esperamos que esos plazos no se retrasen por esta nueva situación”.
Universidad de Oñati: historia, patrimonio y futuro
La Universidad de Oñati fue la primera y única universidad del País Vasco hasta la fundación de la Universidad de Deusto en 1886. Fundada en 1540, estuvo especializada en derecho, teología, artes y medicina, y fue un referente educativo de todo el norte peninsular hasta su cierre en 1901.
Fue mandada construir en el siglo XVI por el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola, es considerada una joya del Renacimiento vasco. Entre sus elementos más singulares destacan el claustro, el artesonado mudéjar y su imponente fachada plateresca. Declarado Monumento Histórico-Artístico ya en 1931, y Bien de Interés Cultural con protección especial, el edificio ha sido sede universitaria, archivo de protocolo y actualmente alberga el Instituto Vasco de la Administración Pública y el Instituto Internacional de Sociología Jurídica.
El compromiso de las instituciones forales es firme: cuidar, proteger y proyectar al futuro un legado arquitectónico que es seña de identidad de Gipuzkoa. En este año en que se conmemora el milenio de “Ipuskoa”, proteger nuestro patrimonio es también una manera de honrar nuestra historia y preparar el camino para las generaciones futuras.
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