Diputación y SOS Racismo activan la quinta edición de Izan Harrera, un programa de mentoría social con población refugiada y migrada

Bajo el lema “una amistad inesperada”, esta iniciativa pone en contacto a personas voluntarias con personas refugiadas y migrantes para facilitar su proceso de acogida. Ya se han formado 16 parejas.

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 Diputación y SOS Racismo activan la quinta edición de Izan Harrera, un programa de mentoría social con población refugiada y migrada

La Diputación Foral de Gipuzkoa y SOS Racismo han presentado esta mañana en rueda de prensa la quinta edición de Izan Harrera, un programa de mentoría social que tiene como objetivo conectar a personas y familias migrantes y refugiadas, con personas voluntarias autóctonas, para así mejorar y facilitar diversos procesos, como pueden ser el aprendizaje de los idiomas, la búsqueda de empleo, opciones de vivienda, y las relaciones generales con el entorno. Junto con Ion Gambra, director foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática, y Silvana Luciani, miembro de SOS Racismo, han participado Ainhara Muga, responsable de proyectos de la Real Sociedad Fundazioa, como una de las entidades colaboradoras del programa, y Abigail Caminos como mentora y Mammadou Cisse como mentorado de Izan Harrera, una de las 16 parejas que se formó el año pasado.

Este proyecto involucra a parte del tejido solidario de Gipuzkoa en la acogida e inclusión de personas migrantes y refugiadas, así la Diputación Foral de Gipuzkoa y SOS Racismo, han vuelto a llamar a la ciudadanía a participar como voluntarios y voluntarias en esta iniciativa, “para ser mentoras y mentores, y así ser parte de una amistad inesperada, de una historia humana de apoyo, solidaridad e inclusión social”, ha subrayado Gambra. “Siempre decimos que Gipuzkoa es un territorio solidario, en gran parte por el tejido social y por los miles de voluntarios y voluntarias que colaboran con diferentes entidades y causas en su día a día”, y ha animado a todas aquellas personas que puedan tener en interés en participar a acercarse y preguntar.

Por su parte, Silvana Luciani, ha realizado balance de la pasada edición, calificándola de “exitosa”, tras tomar la decisión de ampliar la oferta también a la población migrante. “Por lo tanto, en 2024, apostamos por seguir creciendo en esta línea. En 2024 aspiramos a formar al menos unas 20 parejas y, por ello, necesitamos la implicación de la sociedad e invitamos a la ciudadanía a sumarse y realizar una forma de voluntariado que nos enriquece como personas”.

También ha señalado que la ampliación del perfil de mentorados y mentoradas ha supuesto “una ampliación de relación con nuevas entidades, de tal manera que cada vez hay más oferta de mentoría para las personas que lo puedan necesitar. Actualmente contamos con la colaboración con Zehar Errefuxiatuak, Caritas, Cruz Roja y Arrats”, ha puntualizado.

A través de las relaciones de mentoría y creación de los vínculos sociales, las personas “deconstruyen prejuicios, estereotipos y falsos rumores” asociados a la diversidad cultural, a la par que conocen las diversas realidades y problemáticas asociadas a las

migraciones y el asilo, “y construyen relaciones interculturales en la comunidad a favor de la inclusión y una convivencia más cohesionad”, ha explicado Luciani.

16 parejas como Mammadou y Abigail

En Izan Harrera, ya se ha formado un grupo de personas voluntarias capacitadas y motivadas que ha llevado a cabo la labor de mentoría a lo largo del 2023. En total se han formado 16 parejas. De los resultados conseguidos se desprende que el bienestar psicosocial de las personas mentoradas ha mejorado tras los meses de la relación de mentoría. Las personas mentoradas, manifiestan sentirse a gusto con su mentor o mentora, con quien pueden hablar de sus expectativas y planes de futuro, construir una historia común en el territorio, sentirme más integrados lo cual mejora su bienestar psicosocial y su autoestima.

Algunos de ellos y ellas han ampliado su red y un mejor conocimiento de los recursos comunitarios además de multiplicar las opciones de inclusión práctica en diferentes terrenos (idioma, opciones de búsqueda de trabajo, vivienda, opciones de ocio etc.). A su vez, en la acción voluntaria se ha conseguido fortalecer la participación de la sociedad en la solidaridad, acogida e inclusión de las personas refugiadas o migrantes llegadas al territorio de Gipuzkoa.

El proyecto ha contado y cuenta con un grupo de entidades que colaboran en la facilitación de sus servicios (Festival de Cine de Donostia, Kutxa Fundazioa, Aquarium, Topic, Real Sociedad Fundazioa, GBC, San Telmo Museoa, la empresa de turismo local Ikusnahi, Fundación Cristina Enea, etc). De la misma manera, un equipo de psicólogas voluntarias asesora a las mentoras en los casos en los que necesiten una orientación en los posibles casos de relaciones más complejas.