HONGOS

El campo de los hongos es mucho más amplio que lo que podría suponerse por una simple asociación con setas comestibles y de gran tamaño. Concretamente los parásitos de plantas son en su mayoría microscópicos.

Los hongos son vegetales sin clorofila que están formados por filamentos o hifas cuyo conjunto se llama micelio. Éste puede generar esporas las cuales se desprenden y contribuyen a diseminar la enfermedad, pues transportadas por viento o lluvia pueden caer en otra planta, germinar y producir un nuevo hongo. Dichas esporas pueden generarse por medio de un proceso sexual o asexual, y suelen formarse en fructificaciones características, cuya observación es necesaria para una correcta clasificación del hongo.

Una vez infectada la planta por la espora del hongo, éste progresa y puede actuar mecánicamente separando células, destruyendo vasos, etc.

, o bien con acciones de tipo bioquímico produciendo determinadas sustancias que de alguna forma modifican el metabolismo normal del huésped parasitado.

Los síntomas que pueden aparecer en las plantas tras un ataque por hongos son muy diversos: presencia de cuerpos extraños en la superficie de órganos atacados como costras o filamentos; modificaciones de tejidos en sentido progresivo como tumores; o en sentido regresivo como perforaciones, podredumbres o enanismo; cambio de aspecto de los tejidos como decoloraciones o marchitez, etc.