Sintomas y biología

La hembra adulta está protegida por un escudo oval en forma de minúsculo mejillón de 2-4 mm de longitud, de color pardo claro a oscuro. Realiza la puesta bajo el escudo protector a razón de 40-50 huevos, e incluso más, de color blanco y forma oval. La larva, alargada y de color amarillo, es móvil en un primer momento. Para ello, se sirve de seis patas y dos antenas que le permiten andar por la rama; al poco tiempo, clava su estilete en la planta y se fija a ella para alimentarse. Tan pronto como empieza a nutrirse comienza a segregar unos hilos céreos con los cuales va fabricando una cubierta bajo la cual forma un escudo permanente. Pasa por tres estadios larvarios hasta que, finalmente, surge el adulto, el cual tras hacer la puesta muere; no obstante, la concha permanece adherida a la rama protegiendo los huevos hasta que eclosionan. Tras la puesta otoñal, los huevos permanecen así durante todo el invierno hasta la primavera siguiente en que surgen las larvas.

Según las zonas y la climatología puede tener entre una y tres generaciones por año.

Control

Puesto que raramente produce daños de consideración no es preciso realizar ningún tratamiento. En caso de necesidad, tratar al final del invierno con aceites minerales mientras está el árbol en dormancia.

Otro momento adecuado para aplicar tratamientos sería cuando eclosionan los huevos y surgen las primeras formas móviles.

Se ha observado parasitismo de himenópteros, detectable por la presencia de perforaciones en el escudo; también se dan casos de depredación por parte de algunos coccinélidos como Chilocorus bipustulatus.