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Según las personas expertas en este área, los padres y madres podrían abordar este trabajo de sensibilización con el análisis de comentarios que hacen los y las menores cuando comprenden que sus fotos serán visibles en las redes, y de cómo esto les estimula a actuar de manera poco espontánea, a hacer poses desde edades tempranas para llamar la atención.

Además del riesgo que supone estar en la Red, estas actitudes fomentan y empeoran otros aspectos como el egocentrismo y el narcisismo y repercuten también en sus relaciones interpersonales, porque de manera presencial no es posible tener constantemente la admiración que, suponen les otorgan las redes

Consejos para profesionales

1. Las personas profesionales deberían evitar que en las fotos que realizan durante sus actividades y prácticas educativas se pueda identificar a niños, niñas y adolescentes.
2. Las imágenes deben mostrar, más bien, el contexto de la actividad y, si aparecen menores, no se deben identificar.
3. Según la edad, se podría favorecer y estimular el análisis de las fotos expuestas en Internet y deducir qué actitudes pueden “sugerir”.
4. No se trataría de hacer una “crítica” frontal, sería más bien una oportunidad para reflexionar.
5. Para finalizar, “igualmente puede ser interesante analizar en grupo de fenómenos derivados de esta práctica, como son los selfies u otras actitudes y conductas que se generan para estimular la admiración”.