Atrás "Sorolla en San Sebastián" trae a San Telmo obras creadas por el artista en la ciudad

"Sorolla en San Sebastián" trae a San Telmo obras creadas por el artista en la ciudad

Hoy se hemos presentado en el Museo San Telmo la exposición "Viajar para pintar. Sorolla en San Sebastián". Se puede visitar en la Sala Capitular del museo entre el 17 de junio y el 15 de octubre. Organizada por el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla en colaboración con el Museo San Telmo, la muestra, comisariada por Acacia Sánchez Domínguez, forma parte de la conmemoración de los 100 años del fallecimiento del artista.

"Sorolla en San Sebastián" trae a San Telmo obras creadas por el artista en la ciudad

Hoy se hemos presentado en el Museo San Telmo la exposición Viajar para pintar. Sorolla en San Sebastián. Se puede visitar en la Sala Capitular del museo entre el 17 de junio y el 15 de octubre. Organizada por el Museo Sorolla y la Fundación Museo Sorolla en colaboración con el Museo San Telmo, la muestra, comisariada por Acacia Sánchez Domínguez, forma parte de la conmemoración de los 100 años del fallecimiento del artista.

Se pueden establecer dos razones que motivaron la elección de Sorolla por San Sebastián y que estructuran la muestra. La primera de ellas es meramente pictórica; la cambiante luz del Cantábrico. Sorolla realizó un loable ejercicio de introspección al mudar los tonos de su paleta a una gama más suave y matizada, más acorde al cambiante clima del norte peninsular. Reunida por primera vez en el Museo San Telmo, se presenta una cuidada selección de su afamada serie de vistas de El rompeolas, con el monte Ulía, o de paisajes del interior de San Sebastián, principales escenarios que cautivaron al maestro.

El segundo motivo es eminentemente social. En sus amplias avenidas y en la playa de La Concha se dieron cita tanto la adinerada clientela del pintor, como su nutrido grupo de amigos en un ambiente cosmopolita, todos ellos seducidos por el nuevo concepto de ocio al aire libre que trajeron los principios higienistas en alza. En este contexto, Sorolla encontró en la ciudad el lugar más adecuado en el que pintar sus pequeñas notas de color y así ejercer como el sagaz cronista social que fue a lo largo de toda su carrera.

Estas notas son los testigos más fieles de sus estancias, y con ellas captó el espíritu progresista y optimista de la ciudad, muy en sintonía con el ideario del propio Sorolla. Concebidas como obras finales en sí mismas, tienen un gran valor por su autenticidad y constituyen la esencia misma de su pintura al ser el medio más directo del que dispuso para captar la realidad. En la exposición se presentan 27 de ellas, junto con 10 lienzos, además de fotografías de la época y algunos documentos.