Atrás "Ez amore eman, eman amore", crónica de la sesión abierta

"Ez amore eman, eman amore", crónica de la sesión abierta

La sesión abierta, organizada el 19 de julio, en una calurosa tarde de verano, exigía una limonada refrescante, tan ácida como amarga, para dar una “no tan calurosa” bienvenida a las personas asistentes. El objetivo de la sesión era sacarle jugo a los quebraderos de cabeza que nos produce estar inmersas en la creación y desarrollo de iniciativas artísticas y culturales, antes de sumergirnos en pleno periodo vacacional.

"Ez amore eman, eman amore", crónica de la sesión abierta

Además de la bebida refrescante, teníamos hojas de menta dispuestas sobre la mesa para hacer evaporar las reflexiones amargas, junto a una colección de curiosidades sobre el limón, o citrón, para servir antes de empezar la sesión.

Nos reunimos unos diez agentes para participar en el diálogo abierto organizado por K bulegoa, un círculo abierto en el que se sentaron, sin mantener el margen de seguridad, una nariz roja para reír, relatos para soñar, podcasts para viajar lejos, fotos que inmortalizan pasajes de la vida, arte curativo y las palabras que crean nuevos mundos.

Primero, mencionamos la oferta de K bulegoa, servicio de atención y acompañamiento al sector cultural, resumiendo las sesiones que hemos organizado a lo largo del año y anunciando las futuras. Después hicimos la presentación de las participantes, limón en mano y aroma cítrico en el ambiente.

El limón tiene efectos beneficiosos en la formación y cuidado de las defensas, en la resistencia al calor, en la higiene corporal y en la digestión. Por debajo de la piel amarilla que lo protege tiene una capa blanca que une sus diferentes esencias, dándole un sabor ácido y cítrico. Abrimos con la pregunta de dónde buscáis protección, dónde el jugo y la frescura, en estos momentos posteriores a la pandemia, ante los quebraderos de cabeza que nos provocan los proyectos culturales.

Se produjo un diálogo muy interesante, amargo y ácido. Aquí algunas de las claves expuestas durante la sesión.

Una reflexión sobre el contraste entre las diferentes formas de hacer de las distintas generaciones abrió el camino a la reflexión. ¿Tendremos que acostumbrarnos constantemente a nuevas formas de hacer?, porque el hecho de reinventarse una y otra vez produce cansancio.

Si la cultura es oficio o no, según sea la situación en que se encuentre. La cantidad de trabajo a realizar para que sea económicamente viable. Muchos agentes culturales tienen la necesidad de trabajar en otro oficio para poder trabajar en la verdadera pasión. En más de una ocasión, después del duro turno de trabajo en la fábrica, nos dedicamos de forma voluntaria, o casi, al desarrollo de proyectos culturales.

Destacamos cómo la situación propia del sector dificulta el correcto desarrollo de la cultura y propicia una inestabilidad en los artistas y agentes. Falta legitimidad, el sector aún no ha sido reconocido plenamente, por ejemplo, existen importantes lagunas legales y fiscales.

También hablamos de las dificultades que los plazos tardíos impuestos por la financiación pública generan en el desarrollo sostenible de los proyectos culturales. Hasta que recibimos la ayuda (económica), si la recibimos, claro está, los proyectos experimentan un desequilibrio y la necesidad de recursos no se atenúa, lo que repercute en la calidad de la iniciativa. El número de quebraderos de cabeza a los que nos abocamos para continuar con la estructura profesional mínima que creamos como autónomos, cómo el trabajo individual se convierte en galerna. De esta manera, la asunción de diferentes tareas y funciones genera un enorme cansancio en los cuerpos de las artistas y agentes culturales, ya que no contamos con los recursos necesarios para desplegar equipos de trabajo amplios.

Y ante todas esas dificultades, todavía tenemos un gran interés para avanzar con nuestras creaciones e ideas, sentimos la pulsión y la pasión, un impulso intrínseco que nos hace no desfallecer. Porque hay resultados, logros y acciones que nos dan mucha fuerza para continuar en el camino y que nos permiten ver y sentir el impacto real de nuestras creaciones, porque tenemos un “amor(e)” propio, una enorme capacidad liderazgo en todo momento.

Los cuidados fueron el último punto de reposo. Decimos que los cuidados son importantes aquí y allá, pero ¿nos cuidamos nosotras realmente? ¿Y cuidamos realmente los momentos y procesos que ayudan a la creación?

Para reconocer y reivindicar la legitimidad de nuestro trabajo, ¿somos conscientes del verdadero valor económico de nuestro trabajo? Y si reflexionamos más profundamente, ¿nuestra actividad profesional puede ser económicamente sostenible?