El proceso productivo

Ana Yabar habitualmente adquiere en el mercado los productos de cristal y vidrio potásico o reciclado que desea trabajar y ornamentar, aunque en ocasiones obtiene vidrio fundido (fusing).

Aunque los procesos de fabricación varían en aspectos que pueden llegar a ser importantes de unos artículos a otros, por ejemplo superficies planas o curvadas, en todos los casos en la calidad de los productos influye de forma determinante, además del trabajo bien hecho, el motivo o dibujo que el artista decide implantar sobre el objeto de vidrio. Por esta circunstancia son fundamentales su sentido estético y capacidad creativa.

Torno Torno artesanal antiguo, utilizado para tallado de cristal y vidrio.

Pulidora Pulidora antigua utilizada para devolver el brillo a los cortes en el cristal o en el vidrio.

El proceso de inicia en el torno equipado con ruedas de diamante y esmeril, realizando sobre el vidrio los diseños deseados y que previamente han sido marcados con un rotulador. En algunos casos la pieza se matea parcialmente para lo cual se cubre la parte sobre la que no se desea actuar. El mateado elimina la primera capa que hace el vidrio transparente. Esta operación se lleva a cabo en el chorro de arena, cabina cerrada en la que se introduce ambas manos, por unas aberturas a modo de manguitos, sujetando la pieza para situarla bajo el chorro de arena que es fijo.

La siguiente operación se lleva a cabo en la pulidora provista de muelas de corcho y una pasta con base de piedra pómez. Su objeto es devolver la transparencia a los cortes realizados.

Las piezas se colorean a mano utilizando lustres mezcla comercial de mineral, fundente (que fija la temperatura a la que va a aparecer el color) y mordiente que lo fija y en ocasiones esmaltes. La operación tiene notables dificultades para conocer si el resultado es el deseado ya que los lustres inicialmente no tienen color adquiriéndolo después de la vitrificación en el horno. Otra característica de los lustres es la imposibilidad de mezclar los colores por lo que los tonos intermedios se consiguen por superposición hornada tras hornada.

A continuación se pasa a grabar los motivos utilizando un grabador (lápiz eléctrico giratorio) provisto de punta de diamante.

Las operaciones finales son la limpieza y el embalaje de las piezas obtenidas.

Ana YabarAna Yabar el 2000, pintando una pieza.