Barberos y peluqueros

El oficio de barbero es muy antiguo, como lo demuestran los monumentos del pasado que representan a los personajes de cada época bien rasurados. En España igual que otros lugares, estos profesionales, a partir del siglo XIV, además de "hacer los cabellos y rizarlos" llevaban a cabo operaciones de cirugía menor como "sajar, sangrar, echar sanguijuelas, poner ventosas y extraer muelas y dientes", lo que dio lugar a interminables pleitos con los cirujanos, hasta que una Real Orden de 1 de Octubre de 1.860 les prohibió, de manera terminante todas estas actividades, atribuyéndolas en exclusiva a sus, hasta entonces, competidores.

A fines del siglo pasado el oficio de barbero/peluquero se podía ejercer libremente, previo pago de la contribución industrial, lo que no se exigía a los que no tenían tienda abierta al público, aunque tuvieran puestos fijos en las calles y plazas. En todas las épocas los establecimientos de estos profesionales han sido centros destacados de reunión en los que se han creado y difundido toda clase de noticias, con notable influencia, sobre todo en las poblaciones pequeñas, en la imagen pública de los ciudadanos.

En el País Vasco, a juzgar por las escasas referencias disponibles, la evolución de los barberos/peluqueros no ha sido sustancialmente diferente, aunque su actuación sobre todo fuera de las capitales y poblaciones más importantes, se ha ajustado a nuestras circunstancias.

Clásica barbería de BilbaoUna de las clásicas barberías de Bilbao de los años setenta.