Maestros carpinteros - calafates

La construcción de barcos de madera para la pesca y el transporte marítimo, fue en el pasado una actividad muy importante en las zonas costeras de nuestro país, empleando a un notable número de artesanos especializados en las distintas tareas u oficios.

Entre estos destacaban los carpinteros y los calafateadores que como dice Ana María Rivera Medina eran dos oficios básicos de la construcción naval ya que de su buen hacer dependía la estabilidad y la duración de la embarcación.

Así lo entendieron también los redactores de las Ordenanzas de la Ilustre Universidad y Casa de Contratación de Bilbao (1737) y la de San Sebastián (1766) al manifestar que se fía a su pericia las vidas y haciendas que en ellos (los navíos y embarcaciones menores) se embarcan pudiendo su ignorancia o negligencia resultar fatales.

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Por estas circunstancias el Consulado de Bilbao, hacia mediados del siglo XVIII, ya estableció que los calafateadores para ser considerados como tales deberían pasar por un examen de aptitud. Hay que destacar la innovación que supuso esta medida que en la época solo se aplicaba a los carpinteros de la Real Amada.

En un trabajo anterior analizamos las tareas de los carpinteros de ribera y más recientemente  los de los calafateadores. En ambos casos estudiamos sus características generales, los procesos de trabajo, así como las herramientas y los materiales utilizadas en las últimas décadas.

En esta ocasión nos ocupamos de los conocidos como maestros carpinteros-calafates que desempeñaban un papel muy destacado en la construcción naval del pasado asumiendo importantes responsabilidades.

Para la obtención del maestrazgo en estos oficios se seguían los usos habituales de los gremios, siendo necesario, sobre todo, haber realizado el aprendizaje y demostrar fehacientemente una gran experiencia.