Historia

Al referirnos a la artesanía del mimbre y el junco, es obligado referirnos a las empresas Busca de Zumárraga, por la gran trascendencia que tuvieron, sobre todo, a nivel comarcal en su elaboración y comercialización.

Según las informaciones del registro mercantil de Gipuzkoa “Hijos de Juan Bautista Busca”, es continuadora de “J. Busca Azpiazu y Cia.”. En la constitución de la citada en primer lugar, que se llevó a cabo el 15 de Enero de 1907, como sociedad mercantil regular colectiva ante el notario Bernardo Zubizarreta, con “domicilio fijo en Zumárraga donde se halla situado en establecimiento fabril”.

Los socios fueron los hermanos José, casado, así como Antonio y Laureano, ambos solteros, Busca Sagastizabal. El capital social fue de ciento veinte mil pesetas, valor líquido de la empresa precedente que se aportó a la nueva sociedad y en la que José tenía dos cuartas partes y Antonio, así como Laureano, el 25% cada uno. El objeto social era “la elaboración y explotación de objetos de palma, junco y mimbre y artículos complementarios”.

Tres de los trabajadores de esta empresa, donde habían aprendido el oficio de la artesanía del junco y mimbre, dejaron la compañía y se asociaron, constituyendo el 15 de Septiembre de 1927, ante el notario Julio Sarasola, la sociedad mercantil regular colectiva “Galparsoro y Echeverria Hnos.” con un capital social de veinte mil pesetas, aportando doce mil Juan María Galparsoro Aramburu, casado con Francisca Aristimuño, y cuatro mil pesetas cada uno de los hermanos Jose Martín y Joaquin Echeverria Goya, ambos casados con Justina Alcelay y Feliciana Esnaola, respectivamente. El objetivo social era “la fabricación de objetos de mimbre, junco y médula, así como los derivados directa o indirectamente con esta industria”.

El 13 de Octubre de 1930 vuelven a personarse ante el notario Julio Sarasola para dar entrada a un nuevo socio Hilario Gabilondo Mendía, aumentar el capital social de veinte mil a sesenta mil pesetas y modificar la razón social, que pasó a ser “Galparsoro, Echeverría Hnos y Cia.”. Tras la ampliación del capital social, las participaciones de los socios quedaron de la siguiente manera: Juan María Galparsoro 20.374,08 Pesetas, Hilario Gabilondo 20.000 y los Hnos. Echeverria 9.812,96 pesetas cada uno.

A estos socios les fueron sustituyendo sus hijos, uno de los cuales Pedro Mari Galparso Aristimuño (Segura 1924), profundo conocedor de la artesanía del junco sigue siendo un valioso informante. A los 14 años, en 1938, se incorporó a la empresa familiar, aprendiendo el oficio y sus muchas singularidades. Los años que siguieron a la guerra civil española fueron los de mayor demanda para la empresa, que llegó a ocupar en sus instalaciones a unos cincuenta trabajadores y del orden de otros veinte, de los cuales doce eran hombres, en sus domicilios, elaborando bastidores , respaldos y labores de tejido, la mayoría de los cuales trabajaba “a destajo”. La llegada al mercado, sobre todo del plástico, hacia finales de la década de los años cuarenta del siglo XX, supuso un duro golpe para la actividad del junco, que obligó al cierre de la empresa en 1977.

En 1970 Pedro Mari Galparsoro pasó a administrar el almacén de madera que tenía en Zerain el Servicio Forestal Vasco-Navarro “Serfovan” que dependía de la Papelera Echezarreta, hasta su jubilación en 1989, a los 65 años. Poco antes en 1.988 fue nombrado “artesano distinguido” por la Cámara de Industria, Comercio y Navegación de Gipuzkoa.

Su hermana Edurne Galparsolo Aristimuño (Segura 1932) fue tejedora, aprendiendo cuando tenía 16 años el oficio en el taller familiar y específicamente el tejido del junco para diversas piezas, con la ayuda de Pilar Aldasoro. Años más tarde pasó a desempeñar este trabajo en su domicilio en Alegi (Gipuzkoa).

Hondarribi (Gipuzkoa) en 1975 y dos años después a Errenteria, donde llegaron a ser asiduos expositores. También exhibían sus productos y la forma de elaborarlos en otros certámenes del país.

Pedro Mari Galparsoro Y Edurne GalparsoroLos maestros artesanos Pedro Mari Galparsoro y Edurne Galparsolo Aristimuño.(Fotografía: Javier Carballo).