Agustina Otaola

Agustina Otaola Zapiain (Renteria 1931) cursó los estudios básicos en su villa natal. Desde muy joven comenzó a jugar a la pelota con su hermano Victoriano "Chicho" en una pared del negocio familiar y más tarde en el frontón del batzoki local.

Tras superar unas pruebas en Irun, ante un empresario que explotaba un frontón a principios de los años cuarenta del siglo XX, inició el aprendizaje como raquetista lo que se vio facilitado por el hecho de tener cuatro tíos que desempeñaban esta profesión, debutando con 15 años, con el nombre de Agustina en el frontón Madrid de la capital, también conocido como "la bombonera" y en el que jugaban todas las grandes figuras de esta especialidad.

A la separación de la familia, se agregó la adaptación al juego profesional que obviamente requirió esfuerzo y constancia. Tras obtener la preceptiva licencia federativa debutó como profesional el 16 de febrero de 1946 con 15 años.

Inicialmente empezó a participar, como era habitual, en los primeros partidos los "no anunciados". Su progreso fue rápido empezando "a doblar" es decir a jugar partidas a la tarde y a la noche.

Agustina OtaolaLa raquetista Agustina Otaola en 2009. (Fotografía: Javier Carballo).

Agustina nos recuerda "que los partidos normalmente los jugábamos por parejas, aunque en algunos casos también trío contra pareja y en muy pocas ocasiones una pelotari se medía contra otras dos". Las veces que se hacho esto, casi siempre la pelotari era Irura y además solía ganar. La quiniela se jugaba antes de los partidos y los apostantes solían hacerlo a "ganador" y "colocado".

Salían a la cancha seis pelotaris cada una con un número (del uno a seis) suponiéndose que la que portaba el número más alto era la mejor y el más bajo la peor. Salían todas las pelotaris por orden. La uno y la dos jugaban un tanto, la que ganaba se quedaba a jugar y la otra se retiraba, para dejar paso a la tercera. Así se seguía jugando hasta que una de las pelotaris consiguiera hacer 5 tantos, convirtiéndose en la ganadora de la quiniela siendo la colocada la que más tantos había hecho de las otras cinco pelotaris.

El desarrollo profesional de Agustina fue muy importante hasta convertirse en una de las figuras más destacadas durante casi dos décadas. Profesional de fuerte carácter y gran pundonor jugaba de delantera y fue considerada como una gran sacadora. La prensa de la época se hacía reiteradamente eco de estas características de la raquetista renteriana que junto a Chiquita de Anoeta e Irura "en una brillante fiesta" fueron nombradas "reinas del frontón para 1971" considerándolas "las tres grandes raquetistas de todos los tiempos".

Aunque Agustina sobre todo formó parte del cuadro de raquetistas del frontón Madrid, también jugó en Barcelona durante tres temporadas en el Principal Palacio dos y una en Chiqui-jai. Su condición de figura hizo que le contratara, en 1955, la empresa del Habana-Madrid de la Habana, si bien la revolución castrista obligó a acortar la estancia. También contrató con la empresa Metropolitano, S.A. de México D.F. sin que llegara a desplazarse. A lo largo de su vida profesional recibió numerosas ofertas de otros frontones.

Agustina se retiró de los frontones en 1967 cuando tenía 41 años y después de una intensa actividad como raquetista profesional.