La complicada pintura y el fileteado

El pintado de todo el exterior era una de las últimas operaciones y se efectuaba también a gusto del cliente, dándose hasta siete capas a brocha. Comenzaba el proceso con una pintura base hecha con Albayalde (Blanco de Plomo), Negro de humo, aceite de linaza cocido y secante para, a continuación, aplicar una segunda capa de aparejo líquido para pasar a lijar finamente con piedra pómez o lijas finas en seco. La tercera aplicación consistía en un "fondo" de negro marfil, aguarrás y secante que quedaba mate, pasando seguidamente a la pintura del color deseado "un par de manos de color a gusto del cliente", recubierta con una o dos manos más de barniz transparente. En cada operación se lijaba y afinaba para conseguir superficies lo más lisas posibles.

En muchos casos se añadía el "fileteado" o pintado de finas rayas de distinto color hechas a mano, utilizando pincel, que contorneaban la carrocería y le daban un elegante acabado, que requería gran habilidad y experiencia a los trabajadores que lo llevaban a cabo.

Tanto las aletas de las ruedas como las tapas del motor se hacían de chapa, de las formas más sencillas posibles, y se curvaban golpeando el material con martillos manuales de cabeza curva y tases de la misma forma.

IrizarIrizar fue una adelantada en la implantación del carrozado metálico. Vista parcial del taller en 1957 (cedida por Irizar. S. Coop.)