Las dificultades de entrada y salida de los barcos

Conviene señalar las especiales dificultades del acercamiento, fondeo y atraque de embarcaciones de 600 a 2.000 Tns. e incluso en alguna ocasión de 4.000 Tns., así como gabarras traccionadas por remolcadores, en cargaderos en mar abierta sin protección de muelles como ocurría en estos cantilevers y en concreto en El Piquillo.

Esta operación la dirigían los prácticos que llegaban a la embarcación que tenían que conducir al cantilever en un lancha a remo y más tarde a motor.. Emiliano del Barrio, al que precedió en el cargo Antonio Echebarria, ejerció esta función en El Piquillo durante muchos años, sustituido cuando era necesario por Pedro Cruz Iturrieta, práctico de Pobeña.

Cargador de DícidoCargador de Dícido (Cantabria), único existente hoy en día en nuestras costas.

En los últimos años del funcionamiento del cantilever se hizo cargo de estas tareas el capataz de amarradores Javier Ibarzabal Zalbabeitia. Terminaban el trabajo en que se auxiliaban de otros trabajadores cuando dejaban la embarcación en el cargadero bien amarrada a las boyas y a tierra. Una vez cargado el buque realizaban la operación inversa.

Hilario Cruz en la obra citada señala “la mar, aún en bonanza, jugaba con el sembrado de boyas de amarre, unidas por gruesas cadenas al arganeo del ancla; ésta enterrada en el fondo entre rocas, fango y arena. Esperando al bote de los amarradoes para dar la estacha de las bitas del barco a la argolla de la boya, el acoderado buque sesituaba bajo la vertedera, listo para recibir la carga, sin aminorar la presión de sus calderas, de lo cual daba fe el mambrú que daba libertad al vapor sobrante”.