Restauracion de vidrieras

Las vidrieras son elementos decorativos, muy frágiles, que constantemente sufren deterioros como consecuencia, entre otras causas, de los ruidos y vibraciones derivadas del tráfico rodado, así como de la suciedad y la corrosión y cuando están colocadas en el exterior de los edificios, por la acción de las lluvias, humedades y vientos. En consecuencia, es fundamental para su conservación, el adecuado mantenimiento, y cuando sea necesario, la consolidación o la sustitución de alguna de sus partes.

Todas estas actividades ocupan un lugar que puede llegar a ser importante en el trabajo de los vidrieros, que en los casos de consolidación y, sobre todo de sustitución, exigen el conocimiento, incluso de las técnicas utilizadas en el pasado, as´como una gran experiencia y habilidad. Hay que añadir que habitualmente estas labores se realizan utilizando andamios y alturas notables, con los consiguientes riesgos añadidos.

El mantenimiento de las vidrieras requiere una buena limpieza, fundamental para la adecuada conservación y el conocimiento de su verdadero estado. Por su parte, la consolidación trata de mantener en buen estado los elementos originales, tanto de la estructura, como los plomos y los vidrios. Esta tarea exige que los vidrieros conozcan a fondo su oficio, al ser frecuente la necesidad de reforzar los plomos, lo que exige nuevas soldaduras y también sustituir aquellos fragmentos  que con el paso del tiempo han perdido solidez.

Los maestros vidrieros únicamente realizan la sustitución de las piezas tras un detallado estudio de la vidriera original, acomodándose todo lo posible a la misma.

Los trabajos de restauración y sobre todo los de sustitución en las vidrieras de cemento, presentan especiales dificultades por los riesgos de rotura de los distintos elementos que las componen.