Operaciones finales

Una vez deformado el recorte de celuloide se introducía todo el conjunto en agua fría, de forma que al enfriarse se endurecía, y adquiría definitivamente, la nueva forma que se le había dado.

Estas últimas operaciones de conformado se efectuaban en un departamento separado, llamado “la prensa“, y en la que existía una caldera para calentar el agua, alimentada con carbón, y que era preciso encender hora y media antes del inicio de la jornada.

Seguidamente se extraía la pieza y, en una sierra y también de forma manual, se recortaba el material sobrante, para a continuación, pulir las superficies de las piezas obtenidas con una polea giratoria de trapo, contra la que las trabajadoras presionaban las piezas, sujetándolas y moviéndolas con las manos, y a la que se daba pasta abrasiva negra para eliminar los rasguños que en los procesos anteriores se podían haber originado, o blanca, más fina, para dar  brillo a la superficie.

Finalmente, las trabajadoras sentadas frente a mesas, montaban y pegaban entre sí las distintas piezas o partes así obtenidas, utilizando como adhesivo acetona, que extendían en la superficie precisa, utilizando una pequeña cuchilla, y sujetando y presionando las piezas con sus dedos, hasta quedar definitivamente unidas.

moldesPara dar la forma adecuada a las láminas de celuloide se utilizaban dos moldes que se calentaban introduciéndolos en un recipiente con agua a la temperatura deseada.

Los trabajadores cortaban en trozos la materia prima en una cizallaLos trabajadores cortaban en trozos la materia prima en una cizalla. Las labores tenían un gran contenido manual (Dibujo Julen Zabaleta).