El transportista

Antonio Plazaola empezó transportando personas entre Placencia y Bergara y el recorrido inverso, en un carro-diligencia cubierto con un toldo y que tenía unos asientos corridos laterales. A su llegada a destino o en cualquiera de las paradas del recorrido, "turkua" colocaba una escalera que ayudaba a bajar o subir.

Pero la actividad por la que es más conocido, es la de transportista de armas y de las piezas que las componen, entre Eibar y Placencia. Ramiro Larrañaga, en un trabajo que publicó en la revista Eibar a la muerte de Antonio Plazaola, a los 82 años, le atribuía al menos dos nuevos récords: El haber sido la persona de condición civil que más armas haya trasladado de una población a otra y, a la vez, el que más veces ha hecho el recorrido entre Placencia y Eibar y viceversa.

El transportista Antonio Plazaola, lo mismo en Eibar que en  Placencia, recorría con su carro "diligenshia" los talleres principales, recogiendo "txortas" de cañones de escopeta o cajas llenas de básculas o de cualquier otro componente de las armas, entre un gran número de mercancías. Los más rezagados o los recadistas o aprendices "granujak" de los talleres más pequeños, acudían puntuales al lugar de salida para hacer entrega de sus encargos. En ocasiones, se trataba de mensajes verbales que empezaban con el "esaixok hari" y seguía lo que se quería transmitir.

El carro, tirado por dos caballos y conducido por Antonio Plazaola, cargado de paquetes, escopetas y pistolas y sus piezas, además de otras mercancías, era muy conocido, haciendo el recorrido Placencia-Eibar-Placencia diariamente. Durante muchos años realizó una función importante de enlace entre las distintas empresas especializadas en la fabricación de piezas, o en su caso, del montaje de armas. Como algunas empresas tenían encargos regulares, en 1930 tenía establecida una  iguala de 5 pesetas al mes.

"Turkua" también demostró una notable capacidad de adaptación, pues cuando fue posible disponer de vehículos a motor, hacia los años cincuenta, fue de los primeros que sustituyó su carro de tracción animal. Fue protagonista en numerosas situaciones, reflejo de una forma de vivir y trabajar de la que cada vez quedan menos vestigios.