Artesanía tradicional y creativa

La madera ha sido, a lo largo de la historia, uno de los elementos más utilizados por el hombre para satisfacer sus necesidades básicas desde su utilización como combustible hasta la construcción de cobertizos o similares para resguardarse de la intemperie. Mucho más recientemente y en la medida en que estas carencias se cubrían con otros materiales, la leña ha seguido utilizándose en la elaboración de algunos artículos de uso cotidiano y cada vez en mayor medida en bienes sobre todo decorativos.

Uno de los oficios tradicionales más destacados entre los que trabajan la madera es el de los tallistas, es decir, los artesanos especializados en la decoración de objetos construidos por ellos mismos o terceras personas, con los motivos y estilos que el artífice entienda más adecuados

Esta circunstancia, también entre los tallistas, plantea la posibilidad de limitarse a reproducir los objetos de la artesanía tradicional y sus tallas en la forma en que han llegado hasta nosotros o bien introducir las innovaciones que el artesano entiende oportunas sin que ello afecte a los aspectos básicos de la artesanía..

La artesana – tallista Suriñe Gredilla es un buen ejemplo de esta doble posibilidad. Su vocación innovadora le lleva a la elaboración de bienes que requieren una notable creatividad pero al propio tiempo mantiene la reproducción de objetos de la artesanía tradicional, en la que su talla es fundamental.

La transmisión de los conocimientos que requiere el oficio de tallista, de notable contenido artístico, ha sido la habitual entre los artesanos, es decir, la observación de los maestros y la práctica durante largos períodos de tiempo.