Los artesanos

Antonio Díez emigró en su juventud a Francia en donde trabajó conduciendo una máquina excavadora. Volvió a su tierra en 1980, y a los 32 años aprendió el oficio de cuchillero con el hermano de su mujer, instalándose en una pequeña edificación en la aldea de Viega de Llan, en un entorno rural y junto a la casa de su familia. En ese lugar y desde entonces ha desarrollado su actividad, a la que se incorporó su hijo Antonio, hacia 1991, a la edad de 20 años.

Antonio Díez y su hijo representan al artesano que ama su oficio y lo desempeña con gusto dedicándose a él cuantas horas sean necesarias, atienden directamente a sus clientes y aceptan visitas de quienes quieran conocer la forma en que desempeñan su labor.

Los visitantes bienintencionados son recibidos en su pequeño taller con toda clase de atenciones, aunque entorpezcan su ritmo de trabajo, dándole toda clase de explicaciones sobre su actividad.