Los Astondoa

Posiblemente, la empresa vasca de pirotecnia festiva más representativa sea la de los Astondoa, en Areatza-Villaro, en el vizcaíno Valle de Arratia.

Según relata el nieto del fundador, su abuelo, Eustaquio Astondoa Zabala (2.11.1861 - 23.10.1926) de Areatza-Villaro, junto con Agapito Landa de Bilbao y Federico Rodríguez de San Sebastián, realizaron un viaje a Levante, de donde regresaron con la idea de montar talleres pirotécnicos, lo que Astondoa y Rodríguez hicieron en sus lugares de origen y Landa en Basurto, manteniendo entre ellos, a lo largo del tiempo, una buena relación.

Astondoa puso en marcha su empresa hacia 1885, fabricando, básicamente, cohetes, bombas y tracas. Su hijo Lucio Astondoa Sopelana (1.12.1890 - 4.11.1975), aprendió el oficio paterno y continuó en el negocio, así como hijos de éste y nietos del fundador (Eustaquio 27.11.1929  y Andoni (21.1.1933). Actualmente se está incorporando a la empresa la cuarta generación, representada por Izaskun Astondoa Sarria, hija de Eustaquio.

A lo largo de su ya larga trayectoria, la empresa ha tenido que enfrentarse a las más diversas situaciones, siendo especialmente difíciles los años posteriores a la guerra civil en que sufrió, al igual que otras, notables represalias que afectaron a su evolución empresarial condicionando su futuro.

Eustakio AstondoaEustaquio Astondoa Zabala, promotor de la hoy Pirotecnia Astondoa y el primer componente de una saga de pirotécnicos vascos. (Cedida por Izaskun Astondoa Sarria).

Actualmente la empresa sigue manteniendo un cierto carácter artesanal, empleando en torno a una veintena de trabajadores en las épocas de mayor demanda. Ha obtenido notables éxitos en diversos concursos y cuenta en su haber con destacables realizaciones. Pero, sobre todo, sigue manteniendo la entrega a la profesión y no pocas cualidades de los maestros pirotécnicos del pasado. Los cohetes, las antorchas, las bengalas y las tracas, entro otros productos pirotécnicos, siguen constituyendo la base de su programa de producción.