Una historia sin fin

Los títeres y marionetas son expresión del arte popular no descrito, sin que sea posible determinar con fiabilidad ni el lugar ni la fecha de su inicio. Algunos autores, con mucha imaginación, aseguran que tuvieron su origen en las cavernas, al interponerse el hombre entre una hoguera y la pared y aparecer su sombra, que se movía cuando se desplazaba, surgiendo la necesidad de reproducir estas figuras.

Generalmente se admite que se desarrollaron en China para pasar a India, Japón, Egipto y Grecia para llegar a Roma. En la Edad Media la Iglesia los utilizó para representar paisajes bíblicos y milagros, incluso en el interior de los templos, para acabar expulsándolos con lo que se iniciaron los espectáculos en las plazas públicas con relatos de andanzas caballerescas que tenían gran aceptación. Hay razones para asegurar que ya existían en América antes de la llegada de los españoles.

A los que manejaban las marionetas se les conocía como titiriteros porque maniobraban con los títeres, pero desde mediados del siglo XVII esta denominación incluía a saltimbanquis, acróbatas, prestidigitadores y volatineros. El nombre de titiritero ha conllevado, durante algunas épocas, connotaciones negativas.

Artesano

El arte de actuar con marionetas o títeres tuvo una gran importancia en el siglo XIX y hasta mediado el XX, por lo que escritores (Goethe, George Sand, Valle Inclán), músicos (Cluck, Haydn, Bizet, Linz) y pintores como Delacroix compusieron obras dedicadas a esta actividad.

En las últimas décadas siguen manteniendo una notable presencia en la vida cotidiana caracterizando a personajes públicos, sobre todo políticos, utilizando los actuales medios de comunicación social, como la TV. El circo sigue siendo otro lugar con presencia habitual de marionetas.

Por último señalar los distintos tipos de marionetas o títeres:

  • Los muñecos de sombra son figuras planas de diferentes materiales, provistas de alambres o varillas. Colocadas frente a un foco de luz proyectan sombras sobre una pantalla.
  • Los guiñoles son muñecos que habitualmente tienen cabeza y brazos y se adaptan a las manos del que los maneja, que los acciona con los dedos. Su invención se atribuye al dentista de la ciudad francesa de Lyon, Laurent Mourguet, a finales del siglo XVIII, que los utilizaba para entretener a los pacientes durante los tratamientos. Una variante muy utilizada es cuando las manos del muñeco están sujetas a varillas con las que se manejan.
  • Las marionetas son accionadas mediante hilos que mueve el operador desde la parte superior del escenario y oculto al público. Aunque algunos de estos muñecos son de construcción relativamente sencilla, la mayoría resultan difíciles de elaborar. Su tamaño es variable habitualmente entre un tercio y una cuarta parte del hombre, aunque también se fabrican de hasta tres metros de altura.

Es obligado señalar la importancia que han tenido estos muñecos en el teatro y otras manifestaciones culturales de los países orientales.

Artesana

Marionetas