La materia prima y herramientas

La elaboración de una notable variedad de productos utilizando el esparto como materia prima, ha coincidido generalmente con los lugares en que se producía esta planta, sin que Sesma fuera una excepción ya que en sus tierras de secano arcillosas y secas ha crecido con fuerza el “Leygeum Spartum”.

Sin embargo, la demanda de esparto superaba ampliamente la producción de los campos sesmeros “no le dejábamos crecer recogiéndola antes de tiempo”. Todo ello obligaba a acudir a los pueblos limítrofes o desplazarse a otros más alejados, llegando incluso a las Bardenas donde se recogía materia prima para todo el año. En el caso de los más cercanos se salía al anochecer hacíamos un gabejon (cuatro o cinco manadas de esparto) y lo llevábamos al término municipal de Sesma para que los guardas (había tres) no te pudieran denunciar.

Entre las ventajas que conllevó la puesta en marcha y desarrollo del sindicato de esparteros, que hoy llamaríamos cooperativa, al que más adelante nos referiremos, estaba la compra de esparto a terceros con frecuencia de Las Bardenas para su posterior venta a sus socios.

Para describir las herramientas utilizadas acudimos una vez más a Mª José Sagasti en la publicación citada que señala a los siguientes:

  • Mazo: Cilindro de madera de 10 a 15 cm. de diámetro y 30 cm. de longitud, con un mango corto. Los construidos con encina estaban considerados como los mejores
  • Piedra de majar o machacadera: Caliza picada a martillo de varios tamaños, sobre la que se colocan los manojos de esparto para macerarlos golpeándolos con el mazo.
  • Urdidera: Rudimentario telar artesanal vertical en el que destacan el par de palos de urdir cilíndricos y pulidos de madera de chopo, de 2,50 m. de longitud, a los que se añade una hilera de clavos de herrar, pino que serán necesarios para elaborar los serones.
  • Escalera de urdidera: De madera, de 2,50 m. de alto x 15 cm. de anchura que quedaba sujeta a la pared y en sus travesaños apoyaban los palos de urdir, permitiendo diferentes medidas y formas de las piezas que van a ser cosidas.
  • Agujas: De hierro de unos 27 a 35 cm. de longitud, aunque si se rompían eran reaprovechadas con tamaño menor, una vez que el herrero las volvía a afilar. Con esas agujas se enhebran los cordeles con los que se cosían las piezas.
  • Candil: De aceite, para engrasar las agujas de hierro y coser más fácilmente. Se colocaban enganchados en la estera que se estaba elaborando.
  • Banca: De madera, a la que se subía el espartero para acabar de coser por el palo de arriba.
  • Caña: De un metro de longitud, que se usaba para abrir las esteras al acabar de coserlas.
  • Zurrumbela: Instrumento de madera, formado por un cilindro deforme, con un extremo más grueso y de mayor peso y en el otro un estrangulamiento para encajar el mástil que hace girar al cilindro, en el cual se sujetaban el cordel para retorcerlo. Con esta herramienta se elaboraba una soga más gruesa formada por dos cordeles unidos, torcidos en distintas direcciones, para rematar y reforzar la boca de los serones.

También se utilizaban algunos otros elementos auxiliares como alicates.

Tradicionalmente estas herramientas eran construidas por los propios esparteros aunque su demanda dio lugar a una producción local de carácter artesanal como la de los mazos que llevaba a cabo Ángel Saiz que ventía a erceros. Los metales desechados, como las “ferrallas” se empleaban para fabricar algunos útiles.