Restauradores de libros y documentos

En el País Vasco, al igual que en otros muchos territorios, existen un gran número de libros y documentos antiguos únicos o excepcionales que constituyen una parte fundamental de nuestro patrimonio cultural, básicamente por las informaciones del pasado que nos aportan. Su conservación suele estar encomendada a responsables de los archivos, bibliotecas y museos en los que generalmente se encuentran depositados siendo también importantes, entre otros, anticuarios y bibliófilos que guardan muchos de estos tesoros.

Sin embargo este patrimonio bibliográfico y documental está expuesto a deteriores de diversas consideración, no solo por el uso a que se les pueda someter, sino por la contaminación atmosférica (humedad, temperatura, iluminación), biológica (insectos, hongos, bacterias), sin olvidarse de los roedores o de las consecuencias de desastres sobre todo, los incendios y las inundaciones.

La importancia de estos libros y documentos, bien en soporte o portador de la información de papel o pergamino, exige su recuperación, es decir la vuelta del material dañado o deteriorado, al máximo posible, a su estado original. Esta tarea es la especialidad de los restauradores, que prestan servicios de gran importancia para la sociedad.

Hasta relativamente hace poco tiempo las antiguas Escuelas de Artes y Oficios bajo el título de “Recuperación del libro” formaban artesanos en esa especialidad.