La salina de Leintz-Gatzaga

En Leintz-Gatzaga la sal se obtenía a partir del agua, que con un alto porcentaje de sal disuelta, brotaba de un manantial situado junto a una pequeña regata que discurre por las cercanías de Dorleta. Hay constancia de su existencia a partir de 1331, año en que se constituye la villa como tal, siendo la salina uno de los motivos de su fundación.

Siendo su propiedad real, en 1374 pasó a poder del señor de Oñate, y de nuevo al Estado en 1485, quien arrendó la utilización de sus aguas y del derecho a la elaboración de sal a los vecinos por una renta anual de 6.000 maravedíes (1). Hacia 1543 la propiedad había pasado de nuevo a algunos vecinos, repartiéndose en 8 acciones o "dorias" (8 pequeños edificios construidos alrededor del manantial y que disponían cada uno de ellos una caldera metálica del mismo nombre) que a su vez se subdividí-an en medias y cuartas partes. Para su gobierno constituyeron una Hermandad gremial estableciendo unas ordenanzas que regulaban el uso de las aguas del manantial.

En esta época (desde Julio a Setiembre) trabajaban simultáneamente, durante una semana, solo dos dorias, guardando turno las demás.

Las dificultades de transporte y la regulación de su comercio dio lugar a que cada salina tuviera asignada un área geográfica a la que abastecía en exclusividad. La de Leintz-Gatzaga alcanzaba un radio de 4 ó 5 leguas (unos 20 o 25 km.).

 

(1) Bergareche, Domingo. Apuntes Históricos de Salinas de Leniz. 1952.

AñañaLa sal se ha obtenido por varios procedimientos. El utilizado en Añaña y Salinas de Bearn -en la fotografía- difería del de Leintz-Gatzaga.