Las herramientas

El joyero trabaja sobre su banco de trabajo consistente en una mesa de madera con varios estantes en su parte frontal. En el centro de uno de ellos dispone de una pieza del mismo material, “la astilla”, sobre la que apoya las piezas cuando las trabaja y bajo ella un tablero revestido de una lámina de zinc que le permite recoger todos los pequeños trozos y limaduras de los metales que manipula, para ser recuperados posteriormente, todo ello provisto de una buena luz.

Sobre la misma distribuye sus herramientas, entre las que podemos mencionar  diversos modelos de alicates de su profesión, segueta o sierra fina, pequeños martillos y yunques, limas, violín o taladro manual de cuerda, tases, embutidores de diversos tamaños, soldador de gas oxhídrico, soporte con aislante para soldar, tijeras de joyero, el crisol o cazoleta cerámica para fundir, “la rielera” o molde de hierro consistente en un tocho de hierro de sección cuadrada y provisto de un mango de madera que en sus caras posee varias acanaladuras o ranuras de diferente tamaño sobre las que el joyero  vierte el metal fundido, hileras o placas metálicas con numerosos orificios de diversas formas y tamaños. Además cuenta con  el banco de estirar hilo y el de laminar placas.