Las subastas de pescado en el País Vasco

La subasta de pescado se basa en la venta de pescado y en ocasiones de marisco, utilizando el sistema conocido como subasta holandesa o alemana, en el que se parte de un precio mas o menos elevado y se va reduciendo hasta que algün comprador lo acepta.

Sin llegar a ser una actividad espedfica del País Vasco, la subasta de pescado es una actividad comercial que cuenta con una gran tradición entre nosotros. Se puede considerar que la venta de pescado regulada se establece a partir de la fundación de las Cofradias de Pescadores.

Las Cofradías de Pescadores

Las Cofradías de Pescadores surgieron en nuestros pueblos costeros en la Edad Media. Juan Garmendia Larrañaga en su trabajo “Gremios, Oficios y Cofradías en el País Vasco” cita que la Cofradía de Mareantes de Santa Catalina de Donostia fue fundada en el siglo XII. Por su parte, Josu Erkoreka Gervasio en “Las Cofradías de Pescadores de Euskal Herria” dice que entre los siglos XIII y XIV fueron fundadas las Cofradías de Hondarribia, San Sebastián, Deba, Lekeitio, Bermeo y Plencia y en el siglo XVII las de Pasaia, Orio, Zarautz, Getaria, Mutriku, Ondarroa, Ea, Elantxobe, Mundaka, Algorta, Portugalete y Somorrostro. En “Historia de Zumaia”, Lourdes Odriozola Oyarbide dice que, aunque se extraviasen los libros de la Cofradía de Mareantes de San Telmo, hay documentos que acreditan que su fundación se remonta como mínimo al año 1610.

En las Ordenanzas de las Cofradías se constata que para el buen oficio de los pescadores en la mar y en puerto, debían ser nombrados mayordomos, señeros, atalayeros y venteros. Juan Garmendia Larrañaga, en la obra citada anteriormente, transcribe el Capítulo 5º, de las Ordenanzas de la Cofradía de Pescadores de San Pedro de Bermeo, promulgadas el año 1353, en el que se dice:

“Que los electores nombren y elijan ventadores (venteros) y señeros y los demás oficiales del cavildo juntamente con los mayordomos. Otrosi hemos de costumbre inmemorial y ordenamos que los dichos seis hombres buenos electores sean obligados de nombrar y elegir a los que han de hacer las ventas del pescado y la reseña en la mar y los otros oficiales necesarios para la dicha gobernación…”

Muchas de las Cofradías de Pescadores del litoral Cantábrico y Mediterráneo se denominan “de San Pedro”; creemos que en clara alusión a que Pedro, el discípulo de Jesús, era pescador. En el País Vasco están: Bermeo, Mundaka, Lekeitio, Santurtzi, Mutriku, Pasaia y Hondarribia.

Los señeros de los puertos fijaban cuando debían salir las embarcaciones al mar a pescar y, dentro de lo posible, cuando debían regresar a puerto. Una vez amarrados los barcos en el muelle, cada armador enviaba al lugar donde se disponía a celebrar la subasta, una muestra delo que había pescado, inicialmente en una cesta y más tarde en cajas de madera. Rafael Aguirre Franco en su obra “El puerto de San Sebastián”, dice que “Aunque la venta había que celebrarse en el puerto, para control de la Cofradía, la Ordenanza admitía excepcionalmente la venta a bordo en caso de especies delicadas, como el besugo”.

Es justo resaltar la costumbre o norma que otorgaba primacías en la compra del pescado a los vecinos de los pueblos pesqueros. Beatriz Arizaga en su trabajo “La pesca en el País Vasco en la Edad Media” manifiesta:

“El pescado aprendido se destinaba en primer lugar al abastecimiento de la población, vendiéndolo directamente a las familias que lo requiriesen en ese momento y a las vendedoras que lo sacarían a la venta al día siguiente”.